Hace poco el Concejo municipal de Manta puso en vigencia una ordenanza para proteger la vida de los animales. Entre las medidas proteccionistas está la prohibición del comercio ilegal de la fauna en todo el cantón y el maltrato en cualquier forma.

Los infractores de este nuevo cuerpo legal pueden ser sancionados con 25 o 50 horas de servicio comunitario sin remuneración y multa de hasta 400 dólares (salario básico) por comercializar de modo ambulante animales de compañía. Dicho más claramente: está prohibido ir por calles, plazas, mercados vendiendo y comprando animales como perros, gatos, loros y otros. Esta compra-venta tiene que hacerse, necesariamente, en establecimientos fijos y debidamente autorizados.

También está prohibido criar, reproducir o vender animales en criaderos no autorizados ni registrados, acto igualmente contemplado como una infracción grave en la “Ordenanza que controla la tenencia responsable, la convivencia armónica y la protección de la fauna urbana del cantón Manta”.

El comercio ilegal de animales se asocia en muchas ocasiones con el maltrato animal, ya que, por ejemplo, de este modo se separa demasiado pronto a las crías de sus madres.

FUENTE: Gobierno municipal de Manta, mediante boletín y foto-