Las celebraciones de tales acontecimientos pueden resultar insoportables para las vecindades ajenas a las fiestas, por lo cual es menester encuadrarlas en función de los diversos intereses de la comunidad correspondiente.
Las festividades decembrinas, que obligan a más reuniones, visitas y celebraciones, representan un gran desafío para la convivencia pacífica en cualquier vecindario, particularmente dentro de conjuntos residenciales.
Ante esta realidad, es válido y oportuno el llamado que hace la Fundación Bien Estar —a través de su programa “Buenos Vecinos”— a la comunicación preventiva y la corresponsabilidad vecinal para garantizar que el espíritu de la época prime sobre las molestias.
Su directora ejecutiva, Natalia Garzón, subraya que la buena vecindad «no es espontánea; se construye, se gestiona y se cuida, especialmente en los momentos de mayor demanda de actividades sociales«.
La temporada hace que se amplifiquen los desafíos vecinales, incrementando tensiones que se traducen en ruido o malentendidos.
Tres actos de buena vecindad
A continuación, los tres aspectos fundamentales que dicha Fundación recomienda gestionar para una convivencia armoniosa en diciembre:
1. Comunicación preventiva: el escudo anti-conflicto
La comunicación es uno de los pilares de la buena convivencia. «Cuando un vecino informa con anticipación sobre una fiesta o reunión, reduce incertidumbre, evita malentendidos y genera un ambiente de confianza«, explica Garzón.
Recomendaciones:
Anticipación: Avisar con al menos 24 a 48 horas de anticipación.
Claridad: Indicar el horario estimado, el número aproximado de asistentes y el compromiso de respetar los niveles de ruido.
Contacto: Dejar un número o contacto para cualquier eventualidad, desde autos mal estacionados hasta emergencias o temas que puedan surgir durante la celebración.
2. Manejo del Ruido: la fiesta termina donde empieza el descanso
El ruido es el principal foco de conflicto en diciembre. Fundación Bien Estar promueve un principio simple, pero poderoso: «La fiesta termina donde empieza el descanso del vecino.«
Recomendaciones:
Normativa y empatía: Acordar reglas simples de convivencia, tener presente el estatuto del comité vecinal o el reglamento interno del edificio, y cumplirlo con criterio.
Optar por alternativas responsables: luces, música moderada o actividades familiares que celebren sin afectar a bebés, adultos mayores, personas sensibles al ruido y animales.
Horarios: Promover que se definan horarios y se modere el volumen después de las 22h00.
Flexibilidad Controlada: Aunque la naturaleza de las fiestas (como las de fin de año) hace que la celebración se extienda, se debe ser empático y cumplir con la hora máxima establecida previamente por la comunidad (Ej.: 2 am).
3. Uso de espacios comunes: la clave de la corresponsabilidad
En temporadas de alta afluencia de visitas, la clave en edificios y conjuntos residenciales es la corresponsabilidad para el uso de áreas como pasillos, escaleras o estacionamientos.
Recomendaciones:
Seguridad y accesibilidad: Mantener los pasillos, escaleras y estacionamientos libres de objetos, basura o mobiliario temporal, garantizando accesibilidad y seguridad.
Normas Internas: Evitar bloqueos en zonas de circulación, no utilizar parqueaderos sin autorización y acatar las normas internas del condominio.
Cuidado post-uso: Si se hace uso de espacios comunales, es obligatorio dejarlos limpios y respetar los horarios de uso.
«Mejores vecinos»: fortaleciendo la calidad de vida
El programa «Buenos Vecinos» nace de la convicción de que cuidar las relaciones vecinales mejora directamente la calidad de vida y el funcionamiento de los hogares. Su enfoque principal es fortalecer las capacidades de la comunidad para lograr una convivencia pacífica, organizada y respetuosa.
FUENTE: Fundación Bien Estar (Quito, Ecuador), mediante boletín firmado por su relacionista pública Verónica Dávalos, más la fotografía que se adjunta. Este material informativo llegó a REVISTA DE MANABÍ a través de Alejandra Jácome, asesora de comunicación.
