En los barrios marginales de las ciudades manabitas, donde la obra pública es un lujo que les llega a cuentagotas, sus moradores expresan gran admiración por los mandatarios municipales que les toman en cuenta con alguna nueva construcción, aunque sea de menor importancia. La razón es que en esos sitios el buen vivir es desconocido y cualquier mejoría en su entorno es como un bálsamo para sus atormentadas vidas.
No es de extrañar, pues, que los vecinos en el Barrio Horacio Hidrovo, de la Parroquia Eloy Alfaro de Manta, se muestren muy contentos con el encementado de 120 metros lineales de la Calle 326, obra que a esta fecha se encuentra a más del 25% de su total.Las palabras de Lilia Palma, quien desde el ventanal de su tienda observaba la obra, lo dicen todo. Indicó que desde hace muchos años se había solicitado la pavimentación de la calle, pero no habían tenido respuesta. Hoy se siente entusiasmada al ver que por fin el anhelo comunitario se hace una realidad. “Estábamos ya cansados de vivir rodeados de polvo por tanto tiempo”, celebró sonriendo.
En estos días la Administración municipal vierte pavimento sobre algunas vías, entre las que se cuentan las del Barrio Altagracia. Allí, además de la pavimentación, se construye un badén, las aceras y los bordillos. Al mismo tiempo, una cuadrilla de obreros se encuentra compactando el suelo del parque, para después verter el hormigón durante el transcurso de varios días.
También se vertió pavimento en la Calle 10 de Agosto del barrio aledaño, Altamira. Más tarde comenzará la construcción de bordillos.
En el Barrio Buena Vista
Mientras tanto en el Barrio Buena Vista se verterá hormigón armado en una calle, integrada con aceras y bordillos, lo que significa una inversión de 92.315,46 dólares. Aquí, aparte de los habitantes, el beneficio alcanza a muchos estudiantes que cruzan desde el sector del Hospital Rodríguez Zambrano hasta la Universidad Eloy Alfaro.
En los actuales momentos la construcción de esa calle está a nivel de mejoramiento con sub-base. Previamente se repararon las conexiones domiciliarias para el agua potable y se instalaron otras nuevas, mientras que para la escalinata se construyen los muros y el relleno subsiguiente.
El hormigón de la calle tendrá un espesor de 12 centímetros, y sus aceras y bordillos la convierten en un canal abierto que en época de invierno desalojará por gravedad toda el agua de lluvias, informó la fiscalizadora municipal, Blanca Suárez. Añadió que la escalinata tendrá pasamanos de tubos galvanizados y una buena iluminación eléctrica.
FUENTE: Dirección de Comunicación Social del GAD cantonal de Manta, mediante boletines informativos y fotos con firma de su director, periodista Antonio Cedeño C. MANTA, 22 de agosto de 2016.
