En esta época de las aglomeraciones humanas en las ciudades, donde apenas hay espacio para el encuentro familiar, disponer de un área pública destinada al esparcimiento social de la vecindad barrial es un bien invalorable que por desgracia no a todos alcanza. En el caso de Manta, solo unos pocos sectores cuentan en su haber un lugar habilitado convenientemente para las reuniones comunitarias.
Eso explica el entusiasmo que hoy tienen los moradores del Barrio Cristo Rey, al ver que se está rehabilitando su parquecito recreacional impactado por el terremoto del 16 de abril de 2016. Y cómo no iban a estar contentos, si ese es el espacio donde los jóvenes suelen reunirse a hacer deporte, los niños a jugar y los adultos mayores a conversar. Además de ser el sitio donde se realizan los actos sociales más diversos, como elección de reinas, celebración navideña y otros.
Dicho parque se halla a un lado de la histórica Avenida 113, la vía primigenia por la que se ingresaba a la ciudad de Manta o se salía de ahí. Está frente al conocidísimo Barrio Ursa, muy cercano a la zona comercial de Tarqui que fue devastada durante el terremoto.
Ahora ese parque es reparado con cargo a la Administración municipal. El piso de los juegos infantiles ya es de hormigón armado y luego será revestido con césped sintético, para finalmente instalar los juegos que han sido reemplazados en su totalidad. El sistema de iluminación eléctrica también fue reparado, así como la protección a la gruta que hay en el lugar.
El constructor, arquitecto Anelio Lino, dio cuenta de que los trabajos también comprenden la colocación de cubierta de policarbonato sobre las graderías de la cancha y la reparación de la cisterna.
Según el técnico, la obra regenerada será entregada muy pronto al GAD de Manta, cumpliendo el plazo de los 60 días calendario estipulado en el contrato firmado.
