Quienes han pasado por la experiencia de residir en barrios desprovistos de todo servicio público saben el valor que tiene, para los moradores, cada mejora urbana que con cuentagotas va entregando la Administración municipal correspondiente, porque una nueva obra o servicio aumenta la calidad de vida y deja atrás momentos difíciles ocasionados por las necesidades.
Entre las carencias más tormentosas de los barrios que se inician o permanecen marginados de la obra pública, resaltan en primerísimo lugar el servicio de agua potable a domicilio y la pavimentación de calles. Nadie puede vivir sin agua para beber y además es muy complicado llevar una existencia con apenas agua para remojar el cuerpo. Y, por el otro lado, es martirizante habitar envueltos en el polvo que se levanta de la calle, en verano, o caminar descalzos “majando lodo”, en invierno.
Viene al caso este introito a fin de comprender lo relevante que es, para las familias que hoy mismo atraviesan una situación semejante, disponer al fin de unas calles bien pavimentadas en el barrio donde moran. Veamos estos dos casos recientes en las ciudades de Chone y Manta.
Calle 10 de Agosto, Chone
650 metros lineales de esta vía acaban de ser revestidos con 5644,76 metros cuadrados de adoquín hexagonal vehicular, desde la Calle Emilio Hidalgo hasta llegar al paso lateral del Barrio Tacheve.
Pero antes de eso se hicieron obras adicionales complementarias, como el mejoramiento del sistema de alcantarillado (sanitario y pluvial) y de la red que distribuye el agua potable.
Con sobra de razón, varios usuarios del subcentro de salud ubicado en el Barrio Tacheve -como Sarita Mendoza, Julio Salazar y Virginia Moreira- dijeron que la obra es muy importante ya que “cuando llovía esta calle era una laguna, y los que llegamos al área de salud no podíamos ni pasar para hacernos atender”.
Calles del suburbio de Manta
Hace pocos días culminó la pavimentación de la Calle 319 en el Barrio 24 de Septiembre (sector Zanahoria) y de calles en los barrios 24 de Septiembre y 10 de Noviembre, así como unas escalinatas en la Parroquia San Mateo.
“Esto era feo, lleno de lodo en invierno. Hoy estamos contentos porque en verdad ni se podía caminar. Con este arreglo incluso me he motivado para realizar mejoras en mi casa”, expresó la señora Dennys Parrales, moradora del sector Zanahoria, quien a la vez solicitó que también se arregle la Calle 208.
“Antes esto era puro monte; había insectos, culebras, lo cual perjudicaba notablemente y hasta se hacía como un río. Esperemos se continúe con más trabajos en el sector”, dijo el morador Hernán Parrales.
REVISTA DE MANABÍ 