Amigable, juguetona, tierna y peluda, son algunos adjetivos con los que se puede definir a Blanquita, una perrita que fue rescatada después del terremoto del 16 de abril y que ahora entrena junto a los policías amaestradores para brindar espectáculo a la ciudadanía.
El cabo segundo Jorge Coello, instructor del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC), contó que luego del evento sísmico alrededor de 10 canes y 10 agentes del CRAC Quito se trasladaron a Pedernales, Bahía de Caráquez y Manta, con la finalidad de colaborar en las tareas de búsqueda de personas y rescate de mascotas.
En Pedernales, posterior al trabajo realizado con las personas que estaban bajo escombros, prestaron ayuda a los organismos dedicados al rescate de mascotas abandonadas. En ese momento conocieron a una perrita de color blanco con leves manchas cafés y negras en sus extremidades inferiores, orejas y cola, que les gustó. Tomaron la decisión de trasladarla a Quito al comando de su unidad policial.
En ejemplar con impulsos para el espectáculo
Después de unos días notaron que el can, al que pusieron de nombre Blanquita, mostraba actitudes e impulsos para poder pertenecer a la escuadra de relaciones públicas y show de la Policía nacional.
Desde ese momento la están formando y su entrenamiento ha sido rígido y disciplinado. Según un análisis veterinario, la cachorra mestiza tiene un año y medio de edad. Hace algunos días Blanquita retornó a Manabí, provincia donde iniciará su proceso como can policial, junto a los canes Jade y Dioné.
La preparación la efectúan guías del CRAC, en los patios de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de Portoviejo.
El cabo Coello explicó que los perros para cada especialidad deben tener ciertos impulsos y de acuerdo a ello se efectúa el entrenamiento. Por ejemplo, para descubrir droga oculta los canes deben mostrar ciertos parámetros a fin de que sean detectores; mientras que para el control del orden público se necesitan otros rasgos.
“Nosotros medimos que el can tenga presa (cazador), recobro (recupere objetos), que tenga agilidad para jugar con artículos. Estos impulsos nos ayudan a que el perro trabaje con alegría y fluidez en cada presentación dirigida a la ciudadanía”, comentó.
Blanquita, como era una perrita que estaba en casa, aún posee ciertos hábitos de mascota, pero poco a poco los instructores la han ido moldeando y el próximo mes las personas que viven en Portoviejo y la provincia podrán observar sus presentaciones.
FUENTE: Ministerio del Interior, Redacción en Manabí, mediante boletín informativo, fotos y video.- MANTA, 23 de septiembre de 2016.
