La invitación fijaba en las 09h00 el inicio de una misa campal de acción de gracias a Dios, el día miércoles 12 de octubre de 2016 en el parque central de la Parroquia Los Esteros de la ciudad de Manta. A esa hora la mañana empezaba a calentarse por la intensidad de la luz solar, pero en el sitio señalado solo jugueteaban unos cuantos alumnos del Colegio Particular Marino Concha Richards y había además otros invitados. No estaban los invitantes ni el sacerdote que oficiaría el acto cristiano. Media hora después se supo que ningún sacerdote estuvo disponible para el oficio de las 09h00 y que esta ceremonia ya no se haría en el parque sino enfrente de él, en la capilla adjunta a la iglesia del lugar.
Así ocurrió y el oficio religioso empezó a las 09h45, con poquísimos invitados a más de los estudiantes. En su homilía, el sacerdote salesiano Paquito Gómez trazó una breve remembranza de la trayectoria de Los Esteros, destacando la rápida mutación de un pequeñísimo poblado de pescadores a un vigoroso centro urbano con numerosas industrias pesqueras e incontables negocios comerciales y de servicios, efecto de la perseverancia y laboriosidad de la gente allí establecida y de la que llegó después, todos imbuidos de fe y esperanza.
Terminada la misa, los invitados y sus invitantes fueron a la sede de la Federación de Barrios de la Parroquia Los Esteros de Manta, donde se desarrollaría unos minutos después la sesión solemne de esta organización social, para conmemorar el aniversario 37 de la parroquia, razón de ser de la misa previa.
La sala social, decorada con listones de tul colgando del cielo raso y un gran telón albiceleste de fondo tras la mesa directiva, quedó grande para todos los presentes: directivos de la Federación barrial anfitriona, concejales municipales, jefe del Cuerpo de Bomberos, presidente de la Junta Cívica de Manta, reinas de belleza y un pequeño grupo de líderes barriales federados. Probablemente el día (laborable) y la hora (mediodía) impidieron que llegara más concurrencia, de una federación con 52 barrios afiliados que representan a más de 36 mil vecinos, según las cifras reveladas durante esa sesión.
Para una fecha y una hora tan inadecuadas a la presencia de los invitados, el programa de la sesión fue demasiado numeroso en actos (himnos, discursos, reseña histórica y actuación de artistas músicos). El periodista Guido Quijije presentó y condujo el programa. Ligia Zambrano Castro, vicepresidente de la Federación barrial, ofreció la ceremonia. Seguidamente el secretario de la misma entidad, Lorenzo Anchundia, leyó la narración histórica de la parroquia, poniendo énfasis en que la Administración municipal siempre le dio poca importancia y que solo el esfuerzo tesonero de sus habitantes hizo posible el desarrollo logrado hasta hoy. Subrayó la situación actual, falta de un sistema integral eficiente de alcantarillado sanitario.
El presidente de la Federación celebrante, Carlos González M., reafirmó el contenido de la narración histórica e hizo un llamado de atención a la Administración municipal en funciones, representada allí por los concejales concurrentes, entre ellos Isidoro Montalbán que concurrió delegado por el Alcalde y respondió invitando a una próxima reunión (después de 15 días) para examinar la situación ambiental de Los Esteros y encontrar en consenso una fórmula de reparación adecuada y pronta.
Se había previsto en el programa de la sesión un discurso del presidente de la Junta Cívica de Manta, Trajano Andrade Viteri, pero finalmente esto no sucedió, quizás por lo alargado del evento en un horario inconveniente (Dos concejales municipales abandonaron la sala en medio del programa).
Hubo dos intermedios musicales, el primero con la actuación de un joven y promisorio cantante que interpretó un pasillo ecuatoriano y una balada extranjera. La segunda actuación correspondió a una niñita de pocos años, que cantó a capela. Los dos artistas demostraron vocación y bastante oficio, pero fue un acto improvisado que les impidió desarrollar todo su potencial. Los concurrentes comprendieron y no escatimaron aplausos.
El refrigerio final pudo ser más gratificante de no haber sido por la evidente improvisación, agravada por la insuficiencia de servicios sanitarios dentro de la sede federativa.
MANTA, 13 de octubre de 2016.
