Las obras viales que actualmente se construyen en la ciudad de Manta están pensadas para que también sirvan a las personas discapacitadas, dotándolas de rampas para salvar bordillos, pasamanos donde hace falta, y franjas adoquinadas en las aceras para guiar a los invidentes. Esta modalidad se ha comenzado a aplicar, igualmente, en espacios públicos habilitados desde hace bastante tiempo pero que carecían de ella.

Prueba de lo dicho es lo que se hace en la Calle 13 sometida a regeneración total. Ya hay tramos de aceras en uso que tienen las rampas y las franjas de adoquines que guían a personas invidentes. Obedeciendo a la nueva modalidad, se han eliminado todos los obstáculos que antes tenían las aceras, de tal suerte que la vía puede considerarse apropiadamente un espacio público inclusivo.

María Belén Lucas, funcionaria que hace las veces de técnica social para la empresa constructora Ciudad Rodrigo, a cargo de la regeneración, indicó que las líneas adoquinadas ayudan a las personas con discapacidad visual a reconocer cuál es el lugar seguro de la acera por donde pueden caminar, evitando tropezarse o caerse -en el peor de los casos- ya que las franjas o líneas están a noventa centímetros del filo de la acera.

Adoquines para guiar a las personas invidentes.
Movilidad inclusiva en la plaza cívica de Manta.

Estas obras inclusivas también se están aplicando en otras construcciones urbanas, como edificios públicos bajo dependencia municipal, extendiéndose además a áreas de juegos en los parques y a sus accesos viales.

Por otro lado se ha iniciado una remodelación en obras antiguas cuyo diseño presentaba barreras a los discapacitados, como sucedía en la plaza cívica, que ahora cuenta con una rampa que permite subir al escenario y bajar utilizando sillas rodantes o apoyándose en bastones.

Una de las primeras soluciones de este tipo que se construyeron en la ciudad es el paso peatonal que cruza la vía del malecón, con acceso a la playa El Murciélago, de 155 metros lineales. Esto se complementa con un mirador y una pasarela de madera con cubierta, que facilita y protege el paso de las personas que utilizan sillas de ruedas para cruzar la playa y llegar al mar.

FUENTE: Dirección de Comunicación Social del GAD cantonal de Manta, mediante boletín informativo y fotos con firma de su director, periodista Antonio Cedeño C.- MANTA, 19 de octubre de 2016.