Ante la alerta de que habían secuestrado a una niña de 5 años de edad en el Barrio Las Cumbres de la ciudad de Manta, agentes especializados de la Policía Nacional armaron todo un operativo provincial de búsqueda y rescate, movilizándose de inmediato para hacer las investigaciones correspondientes. Pero, ¡oh sorpresa!, la niña solo jugaba en el vecindario y su desaparición ante los ojos de la mamá era más bien un descuido de esta.
El hecho se suscitó en la mañana del día jueves 9 de marzo. Una ciudadana afro-ecuatoriana se acercó a las oficinas de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN) a denunciar el “secuestro” de su hija.
La denuncia decía que la última vez que vieron a la niña estaba jugando con otros niños en la parte externa de la casa de ella. Consultados estos niños, mencionaron que una mujer rubia, de vestido floreado y un tatuaje en el tobillo, se había llevado a la menor.
Con estos datos, los agentes policiales activaron los protocolos de búsqueda en toda la ciudad y a lo largo y ancho de la provincia. Al iniciar la investigación se tomó contacto con la mujer que los niños habían descrito, quien manifestó que a las 07h30 de ese día, al ver a la niña caminando sola, descalza y sin blusa, procedió a darle un pan y así la dejó comiendo.
Los policías continuaron las indagaciones y llegaron a una casa cercana donde había niños jugando. Allí encontraron a la niña, sana y salva.
Según versiones de varios moradores de ese lugar, esta no es la primera vez que la niña llegaba a aquella vivienda a jugar. También se conoció que es rutinario verla deambular sola por el sector.
Posteriormente los uniformados retornaron a la sede de su distrito para buscar los nombres de la madre y de la niña en el sistema informático de la Policía, percatándose que ninguna de las dos consta en el Registro Civil.
Con toda la información recabada, los agentes de la DINAPEN concluyeron que solo se trataba de un caso de descuido materno, que además vulnera el derecho a la identidad de madre e hija, así que rescataron a la niña por encontrarse en situación de riesgo.
De esta novedad se informó a la Junta Cantonal de Protección de Derechos de Manta, para continuar con el trámite de registro de identidad de la niña y su madre.
Y, como lo justifica el cabo Galo Jami, agente de la DINAPEN, por “El interés superior del niño, establecido en el Código de la Niñez y Adolescencia, y por precautelar su integridad y prevenir cualquier situación, se (…) ingresó (a la niña) a la fundación Shekinah, hasta que las autoridades dispongan lo que corresponda. Nuestra misión fundamental como policías es garantizar la seguridad y el derecho de las personas”.
REVISTA DE MANABÍ 