Habitantes en la zona de Tarqui (Manta), devastada por el terremoto del 16 de abril de 2016, recibieron el sábado 25 de marzo la visita del alcalde Jorge Zambrano y le plantearon algunas inquietudes acerca de su situación a un año de ocurrido el sismo. Básicamente reclamaron por la lentitud con que se reconstruyen las obras públicas y porque las promesas del Gobierno nacional solo se han cumplido en mínima parte.
El dirigente social John Vera dijo conocer que los bonos del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) apenas se han concretado 427 en Manta, pese a que en papeles se otorgaron más de 5 mil. Afirmó que las personas contratadas para construir las viviendas no dan la cara, pero desconoce cuál es la razón de esto.
La moradora Laura Corral recordó que hace poco protestaron con un plantón debido a la intranquilidad frente a la demora en el cumplimiento de las obras de reconstrucción del sector luego del terremoto. Dijo estar consciente de que hay mucho que no es responsabilidad exclusiva del alcalde, pero cree necesario seguir protestando y requiriendo a los organismos competentes para que den soluciones. Y si es necesario -exhortó- deben unirse los pueblos de los cantones afectados, encabezados por su respectivo alcalde, para reclamar cumplimiento.
Retraso por insuficiencia económica
El alcalde Jorge Zambrano dijo que, de lo que conoce, el gran limitante de las obras que lidera el Gobierno nacional es económico, ante la urgencia de atender simultáneamente a muchas poblaciones damnificadas. Pero que, desde lo local, se ha exigido y se han presentado proyectos, que en algunos casos están a la espera de presupuesto. Explicó que, en el caso de Manta, la crudeza del invierno ha obligado a disponer de algunos recursos de modo no programado, para solucionar las emergencias causadas por el desbordamiento de los ríos y otras.
Situación de unidades educativas y reapertura de calles
Otra de las inquietudes concierne a la incertidumbre que tienen los tarquenses respecto a la apertura de las unidades educativas fiscales del sector, requiriendo pronta información ante la cercanía del nuevo periodo escolar.
Pero lo que más urge a los habitantes de Tarqui es que se reabra para el tránsito público, total e inmediatamente, la “zona cero” (llamada así porque fue la más golpeada por el desastre) que aún está cerrada con vallas metálicas y custodiada por militares. El habitante Jairón Delgado justificó que, en un 90%, la razón principal por la que hace algunos días realizaron un plantón de protesta fue precisamente para requerir esa apertura.
El alcalde recordó a los presentes que en dos ocasiones a finales del año anterior, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) que él preside, y que es, conforme a la norma, el máximo estamento cantonal en momentos de emergencia, resolvió la apertura total de la “zona cero”. Sin embargo, las Fuerzas Armadas, acatando disposiciones del Ministerio Coordinador de Seguridad, han mantenido el cierre hasta ahora, alegando que aún existen 38 edificaciones que deben ser reconstruidas.
El burgomaestre se comprometió a buscar el asidero legal que permita seguir las acciones necesarias para que se ejecute la resolución de COE cantonal en cuanto a la apertura. Al mismo tiempo, convocó para este lunes 27 de marzo a una primera reunión de trabajo entre alcalde, asesores y moradores a fin de lograr este cometido.
Y exhortó a la ciudadanía a invertir su energía en acciones que solucionen los problemas, a proponer mejoras, y no solo a criticar sino a ser parte de los avances.
Que autoridades competentes palpen la realidad en Tarqui
Los habitantes de Tarqui plantearon, por último, que tanto el Concejo Cantonal de Manta, como los organismos competentes del Gobierno nacional, sesionen con ellos en Tarqui para que conozcan de primera mano las necesidades y articulen las acciones satisfactorias correspondientes.
Esta reunión con el alcalde tuvo efecto el día sábado 25 de marzo en el Parque El Rosario de Tarqui, donde suelen encontrarse las dos partes cada fin de semana, desde hace algunos meses después del terremoto.
REVISTA DE MANABÍ 