Los propietarios de una treintena de negocios de venta de comidas rápidas y bebidas refrescantes, todos ellos microempresarios agrupados en la Asociación Los Ficus, han desistido de una demanda judicial en contra del Gobierno municipal de Manta al que acusan de querer privarles del derecho a ganarse la vida honradamente; pero, a cambio, esperan que el nuevo alcalde sea sensible y coordine con ellos una reubicación que mejore las condiciones en las que trabajan y a la vez mantenga el orden comercial dentro de la ciudad.
El caso es que dichos negocios están ubicados, desde hace varias décadas, sobre la vereda de la Avenida Jaime Chávez Gutiérrez (malecón) que da hacia el interior de la ciudad, enfrente del edificio administrativo de la otrora Autoridad Portuaria de Manta. Esa vereda se halla al pie del terreno elevado que se adentra en la ciudad y que está ocupado con residencias y otras edificaciones de gran valor catastral, aparte de que es el flanco de la avenida más expuesta a la mirada de propios y extraños, donde fluye con más intensidad y constancia la vida citadina de cada día. Pero aquellos negocios funcionan en estructuras precarias contrapuestas a la modernidad, además de obstaculizar el tránsito peatonal e impedir la mejoría del talud que está a sus espaldas. Por esto la Administración municipal anterior quiso desalojarlos y en respuesta los propietarios interpusieron un recurso judicial de amparo.
Con el advenimiento del nuevo Alcalde y un nuevo Concejo municipal, la Asociación Los Ficus deja insubsistente el recurso judicial y se ha acercado a dialogar con el flamante jefe del Gobierno municipal, Agustín Intriago. Resultado de este encuentro amistoso es el compromiso del Alcalde, de no remover los locales de su actual ubicación hasta no tener un proyecto concreto y funcional de reasentamiento.
La presidenta de la Asociación Los Ficus, Mary Navarrete, entre sus alegatos dijo que algunos de sus socios ya tienen edades avanzadas que les dificulta el acceso a créditos para empezar de nuevo en otra parte; a lo que se añade el temor de que, al ser reasentados abruptamente, la clientela disminuya y no puedan sostener sus negocios ni a sus familias.
El Alcalde concilió: “Necesitamos impulsar el turismo, pero con una propuesta ordenada; proyectarnos a corredores comerciales atractivos, elevando la calidad de los servicios; espacios agradables a donde los clientes quieran regresar”. Y exhortó a los microempresarios a pensar en crecer dentro de su actividad, a buscar juntos un espacio donde puedan ampliar su capacidad y condiciones de atención, mejorando la oferta turística del cantón.
David Villarroel, procurador síndico municipal, reveló que se ha elaborado un acuerdo que se espera sea firmado pronto, en el que los comerciantes aceptan reasentarse pero de manera planificada, con un proyecto de reubicación en firme.

Luis Alfredo Santillán, adulto mayor y socio de Los Ficus, expresó su contento por tener un Alcalde que está ayudando a buscar salidas y los invita a “que vayamos de la mano para no generar conflictos sino soluciones”.
