Una nueva obra editorial sale a luz en la ciudad de Manta (Ecuador). Esta vez nos referimos a un libro escrito por el joven manteño Luis Fernández y cuya trama no es otra que el humor motivado por la incertidumbre ante la muerte, deslizada en situaciones novelescas diversas, que llevan a quien lee de uno a otro estado de ánimo diferente. De ahí el título del texto.
Este libro ha sido editado e impreso a cargo de la editorial ecuatoriana Cuerpodevoces y es parte de su colección Travesías del Cuerpo.
FRUTOS SECOS Y AFINES, en Manta
El acto de presentación pública tendrá lugar en el Salón de la Ciudad, en el palacio sede del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) del Cantón Manta, cuya Dirección de Cultura y Patrimonio es auspiciante del evento. La presentación misma, y el análisis acerca del texto, corren a cargo del escritor Ignacio Rodríguez.
Acerca del autor
Luis Fernández (Manta, 1990) estudió en su ciudad natal, en la Universidad Laica “Eloy Alfaro” de Manabí (ULEAM), la profesión de Psicólogo clínico, especializado en estimulación cognitiva. Y hoy es maestrante en neuropsicología clínica.
En abril del 2011 formó parte del primer grupo de jóvenes actores del programa de atención prioritaria de la Policía Nacional, quienes recibieron formación del grupo de teatro “Contra el viento”, en Quito, consolidándose así como capacitador básico en teatro, dentro de un proyecto impulsado por el Ministerio del Interior.
Sobre la obra
En la contraportada del libro se argumenta lo siguiente: “Un nombre común, la ópera prima de Luis Fernández, es una novela donde el humor desde sus personajes es una forma de refugio, el sinsentido al reconocer que el pasado ha sido una broma de la cual aún no se diluye la carcajada.
“Un bar es el escenario de esta acelerada historia, que acentúa el decir y actuar de sus protagonistas: un hombre maduro al que se le anuncia que su final ha llegado, y la Muerte, ese ente con forma humana que recalca lo imposible de la evasión ante lo que sucederá”.
FUENTE: Editorial Cuerpo de Voces (Manta, Ecuador), mediante boletín y fotos que ha enviado a través de Johanna Karina Mera Palma.
REVISTA DE MANABÍ 