El autor de la siguiente narración ensaya una respuesta fundada en la historia del pueblo ancestral de la zona contada por autores de la época colonial y documentada en los últimos años por diferentes historiadores, unos extranjeros y no pocos ecuatorianos. Sumando a ello la gestión administrativa del Gobierno cantonal en funciones, que hoy dirige la alcaldesa Marciana Valdivieso.

Por Víctor Arias Aroca *

Bien vale la pena analizar cuál va a ser el destino inmediato de la ciudad a partir de sus 102 años de cantonización bajo la conducción de Marciana Valdivieso, que se encuentra ejerciendo la función de alcaldesa y enfrenta el crucigrama de los tiempos, la cruel economía de la escasez y la incomprensión política, desde luego.

Esto a pesar que se sigue discutiendo en círculos políticos qué magia tiene Manta que encanta a los visitantes y a los internautas; de dónde vienen estos misteriosos poderes que la hicieron llamar infinita y si la diosa Umiña fue en verdad una maga que le transmitió ese encanto de ciudad oceánica.

Muy a pesar, también, de que en estos tiempos se escribe con la esperanza de que no te va a leer nadie o algo peor, como lo vienen diciendo Ricardo Cobos y Manuel Andrade, que la colonización del pensamiento y la crisis de inteligencia lleve los libros al cadalso. Melvin Herrera, más optimista que los otros dos, sigue escribiendo con gracia y esperanza sobre Manta y su futuro, y Joselías Sánchez sigue escudriñando el pasado misterioso de la ciudad.

Cultura Manteña y cantonización

Dos momentos cumbres registra la historia en la vida de Manta. La aparición de la Cultura Manteña, por el siglo V después de JC, en la edad media y su sostenimiento hasta el siglo XVII; y, la cantonización en el siglo XX, en plena edad contemporánea.

Datos muy rigurosos, conferidos por Tonny Gonzáles en sus ‘Fracciones de nuestra Historia’, revelan la llegada de Pedro de Alvarado a Manta en 1534, y Joselías Sánchez recoge el primer encuentro de los navegantes españoles en 1526, con una balsa manteña, justamente en los mares de aquí junto.

Esta secuencia histórica es muy importante, en razón de que ello explica por qué la magia de Manta se mantiene por más de 500 años y su distinción en el mapa como puerto marítimo principal, que hizo que la Misión Geodésica francesa, acoderara en la playa de Tarqui en el siglo XVIII. Los científicos franceses, La Condamine, Bouguer y Godín, lo escribieron en sus notas, nos pusieron también a Manabi en la mitad del mundo y se quedaron maravillados de estas tierras.

Luis Valdivieso me contó que, en el siglo XX, por el año 1970 aproximadamente, antes de que Pablo Neruda recibiera el premio Nobel de Literatura, el escritor estuvo en Manta en un barco que iba rumbo al norte. Ellos mantenían relaciones por haber sido integrantes del Partido Comunista, lo que explica esa amistad grandiosa.

La importancia del puerto

En los años de la colonia, que fueron trescientos aproximadamente, Manta fue siempre puerto de acoderamiento de galeones españoles y portugueses y sitio de llegada de investigadores y científicos, Girolamo Benzoni entre ellos; y, ya en el siglo XX, el arqueólogo norteamericano Marshal Saville que escribió un libro sobre la Cultura Manteña.

En esa etapa también, y sí coincide con la historia, es el tiempo de corsarios y piratas que atraídos por la fama de la cultura milenaria y de los ricos templos de la diosa Umiña, considerados al principio como parte de El Dorado y luego como parte de una civilización independiente, pretendieron el saqueo. Entre ellos vino el famoso pirata francés William Dampier, que habría ocultado sus tesoros en la Isla de la Plata, que desde entonces lleva ese nombre.

Celebración por la construcción del puerto.

Falta solo un detalle. El investigador Fernando Jurado sostiene que a finales del siglo XV Túpac Yupanqui estuvo en Manta, en los inicios de la expansión del imperio Inca.

El emperador, que fue el padre de Huayna Cápac y abuelo de Atahualpa, habría ordenado la construcción de cientos de balsas manteñas, con las que inició su fantástico viaje por el Pacifico Sur hasta las islas de Vanuatu en la región de Australia. Travesía que los navegantes Thor Hayerdall, en la expedición Kon Tiki y Vital Alzar, en la Balsa Pacífica confirmaron en el siglo XX. Todo de origen manteño.

El poder de las cacicas

Herederos de esa esencia luminosa, los manteños van por el mundo observando en los grandes museos los vestigios de su antigua cultura. La silla y la balsa no dejan de incorporar más hechizo al místico resplandor de la Cultura Manteña que, según el historiador Pedro Arturo Reino, tuvo una etapa en que se produjo un cambio de mando y los caciques cedieron el poder a las cacicas, por lo  que el matriarcado ya estaba inaugurado en la historia de Manta, mucho antes que la bella y dulce Marciana llegara al poder anunciando que la silla manteña -ella lo ha dicho- se convertirá en marca de la ciudad, conforme al deseo de David Ramírez y Milton Chóez, manteños de pata salada que se fueron un día pero que siempre están de regreso igual que las mareas.

El futuro

Ahora bien, ¿qué futuro le espera a la grandiosa comarca que fundaron los indios mantas, como los llama Vicente Amador Flor en el canto a Portoviejo?

Es cuestión de revisar la obra pública que sostiene la alcaldesa, desde que asumió el mando.

La más visible es el colosal parque (junto al mar) que será inaugurado. Contiene un ágora para cinco mil personas, que es un teatro gigante y varias atracciones de tipo cultural y artístico.

La reimplantación de los sistemas de alcantarillado, agua potable y pavimentación en los barrios de Manta.

La plaza de Tarqui, es pequeña pero colorida, vistosa y regia, para recuperar el espíritu comercial de la parroquia.

San Mateo, fenomenal espacio de turismo, ya cuenta con su propio malecón y un sistema integrado de gastronomía y cultura.

Hay otras obras proyectadas que la alcaldesa anunciará el 4 de noviembre.

El futuro se asegurará con la optimización del comercio del atún a nivel mundial, la presencia de la Uleam y las universidades que, como la San Francisco y la Católica, ya operan desde Manta; la ampliación de los muelles pesqueros; el sostenimiento del deporte, que seguirá con la fama mundial de Ironman; el archivo histórico que promueve el Comité Cívico de la Memoria Histórica; la energía del manteño diseminado por el mundo; y la fuerza de sus maestros, sus artistas, sus deportistas, sus comerciantes, sus poetas y sus comunicadores.

Qué orgullo de ser parte de una cultura milenaria que a pesar del tiempo sigue tan campante. Es una esencia que atrapa, que ilumina, que enamora. Así está Manta enamorando al futuro. Su mundo es mágico, su universo es onírico.

Marciana no vino de Marte como muchos creen; ella vino del Manta profundo. Sus raíces son auténticas y vienen desde su padre, el fundador de la modernidad con las obras portuarias.

Nada que decir, a ella le toca atrapar al sol, para que nunca se apague la luz de Manta, ciudad de las constelaciones, ciudad que «el nauta se acerca a admirar, rosa blanca que aroma las brisas, del jardín polícromo del mar».

* Víctor Arias Aroca (Manta, provincia de Manabí, República del Ecuador) es abogado, periodista, historiador, poeta y orador destacado. Todas las fotos que ilustran este artículo periodístico fueron proporcionadas por el autor del escrito.