Con bastante frecuencia surgen quejas de usuarios del servicio de agua potable de Manta, intrigados porque al abrir los grifos de su domicilio el agua sale turbia o con algún color atípico. La extrañeza es porque el agua “potable” debe ser cristalina, transparente y pura, ya que la potabilización significa librarla de contaminación e impurezas.
Acerca de esta irregularidad, la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM), responsable general del servicio de agua potable, explica que “Hay tres razones por las cuales el agua potable puede llegar con alguna coloración a los hogares de Manta, a pesar de las acciones preventivas que realiza” dicha empresa: la falta de continuidad del servicio, el cambio de redes averiadas, y aljibes sin limpiar.
Luis Loor, jefe de la división de Agua Potable, explicó que cuando el agua deja de fluir por la red, en algunos puntos de la tubería suele quedar un remanente de líquido, que por falta de oxígeno puede tomar coloración.
Cuando se realiza algún trabajo de reparación de tubería también se puede generar cierto color en el agua, por los residuos o lodos que penetran en el sistema.
Cuando el daño es mayor, es decir cuando se rompe o desacopla un acueducto (tubería de gran diámetro), la EPAM realiza el desagüe de las redes de la ciudad a través de los hidrantes, para retirar el sedimento.
Pero la EPAM recomienda que cuando el agua llegue a las viviendas se abran los grifos y se deje correr el líquido por unos instantes.
La misma empresa revela que también se han detectado casos de inadecuada desinfección de los aljibes o daños de tuberías internas. Por esto se recomienda limpiar los aljibes dos veces cada año.
Cuando ocurren estos casos, asegura la empresa, el equipo de laboratoristas de la EPAM visita el sitio para realizar un análisis de control a la calidad de agua potable. En breve ya dispondrá de un laboratorio móvil con tecnología de punta para estos menesteres.
