“(…) el conocido billonario se muestra en aparente actitud política, se presenta amigable con las multitudes y le hace guiños al elector, y al lector de X, que crece cada día más; y esa red social, desde sus comienzos como Twitter, no ha perdido la característica de ser una red política.”
REVISTA DE MANABÍ acoge opiniones de todas las corrientes de pensamiento, ideología y tendencia política.
Por Víctor Arias Aroca *
Las señales presentadas hasta ahora así lo indican. Numerosas reuniones con líderes mundiales, también. La presencia del señor Musk en diversos escenarios podría indicar que sí. Incluso ha llegado a preguntar en su cuenta en X: “¿Te gustaría que Elon Musk fuera presidente de los Estados Unidos?”
De modo que sí, un ejecutivo de alto nivel como Musk bien podría optar, en un futuro no tan lejano, por una candidatura presidencial. Y los vientos empujan la tendencia liberal en el mundo entero. Esto es muy interesante ya que en las universidades y lugares de estudio del mundo se discute si las ideologías están en exterminio o si simplemente ya no son necesarias.
Lo cierto es que las ideas socialistas han perdido crédito y, al menos en América, los gobiernos que abrazan la ideología pretendidamente socialista van en declive.
En cambio el triunfo de Javier Milei en Argentina y Daniel Noboa en Ecuador, podrían significar la recuperación histórica de las ideas liberales y la corriente del capitalismo puro. La libre empresa y la inversión privada vuelven como en una airosa estampida de los caballos de la salvación.

Elon Musk se ha mostrado muy amable con el presidente argentino Javier Milei y le ha prometido invertir en Argentina un aproximado a 100 mil millones de dólares, que el dueño de X fácilmente puede desembolsar y echar a andar la maquinaria financiera pública de la República Argentina que hace tiempo se encuentra mohosa, sin grasa y sin aceite. Está pendiente esta reunión entre Musk y Milei.
Sobre Ecuador aún no se ha pronunciado, pero es obvio que lo hará. Y seguro habrá una reunión con uno y otro presidente, que le haría un grato apoyo a la gestión que recién empieza.
Musk se pronunció sobre la guerra desatada entre Israel y las fuerzas de Hamás que controlan Palestina desde el área de Gaza. El agravio a Israel ha unido a las naciones capitalistas del mundo en torno a esa nación. Pero las expresiones del señor Musk no fueron entendidas y tuvo que hacer esfuerzos para descolocar la idea de que justificaba un poco la agresión. Por eso su viaje a la reunión con Benjamín Netanyahu tenía sentido y visión cosmopolita.
Ahora bien, ¿qué hace un multimillonario metido en asuntos de guerra y de Estado? Fácil, Elon Musk y sus asesores no ocultan que el magnate podría ir por la presidencia de los Estados Unidos y esto sería en 2028, pues Musk abiertamente respalda la elección de Donald Trump por segunda vez como presidente de los Estados Unidos, lo que sucederá el próximo año a pesar de los problemas legales del otro millonario americano y la presión de ciertos medios que descuartizan a Trump y lo acusan de todo. Sin embargo, Trump sigue siendo el número uno entre los pre candidatos, el favorito de los electores y en el Partido Republicano continúa como el único capaz de lograr la nominación, muy por encima de postulantes de alto nivel, como el gobernador de California.

La defensa de los derechos de la naturaleza y el cuidado ambiental que propugna Musk es otro hecho político, aunque no lo pareciera. Pues la industria automotriz Tesla, una de las más grandes del mundo, impulsa la locomoción por energía eléctrica y abandonar para siempre el uso de la gasolina y derivados del petróleo, que es hoy por hoy la tendencia mundial desde que el ex vicepresidente Al Gore lanzó su informe global sobre los peligros del calentamiento planetario y la destrucción de los bosques y la exterminación de los glaciares. Por eso, los foros mundiales como el grupo de los 8, después de la proclama de Brasil por la defensa de la naturaleza, en cada cumbre reciben un informe sobre el cambio climático y el calentamiento global.
Este tema se volvió un asunto de interés estratégico y se instrumentó como materia de estudio en escuelas, colegios y universidades del mundo. No puede el mundo continuar dando la espalda a la destrucción evidente del equilibrio ambiental. Y sí, esto es un asunto político que debe ser analizado desde la política, que es la ciencia del gobierno.
Pero eso no es todo. El señor Musk es un hombre joven, emocionalmente equilibrado, intelectualmente preparado y económicamente solvente para asumir retos de carácter mundial. La presidencia de los Estados Unidos es la que regula el orden mundial (nos guste o no nos guste) y el señor Musk se dirige vertiginosamente a convertirse en un líder internacional.
Además no se muestra egoísta y goza de buena reputación en el trato a sus trabajadores y obreros. Destaca su comportamiento como hombre de hogar. Dinero le sobra para promoverse e ir escalando posiciones que lo catapulten al poder.
Ser el dueño de una red mundial, como la que se llamó Twitter, es un ingrediente que se enciende como el fuego, ya que el hombre moderno vive de las App y esa es la regla de la vida actual. El imperio de las redes sociales ha alcanzado un dominio social y el pensamiento colectivo, que antes se llamaba opinión pública, procede de las tendencias en las redes sociales y de la capacidad del aparato celular que usa la gente. Esa es la verdad.
El mundo asiste a nuevos paradigmas. Los cambios políticos son irreverentes. Hay una metamorfosis del pensamiento y las naciones viven intensamente la globalización. La gente política de hoy ya no es tan rígida como en la época de Kennedy, y los Estados Unidos quieren conservar la hegemonía a como dé lugar, proponiendo candidatos excéntricos pero que se mueven en el mundo de los negocios, el cine o el escenario.
Son los modelos de la época actual. Los clichés de Kennedy, Nixon y Ford no volverán. El mundo se volvió a los imprecisos métodos de la tecnología y ese viaje no tiene regreso. Si queremos persistir en el rostro humano de la política, hay que buscar bien abajo. Volver a posicionar la tabla de valores, para que, como seres humanos, no nos borre el viento del olvido.
Lógicamente, la política es impredecible y aunque faltan 5 años para una eventual candidatura, el tiempo pasa volando y no parecen muy seguras en el futuro inmediato las candidaturas ya anunciadas de Hilary Clinton y la señora Obama, que no dejan de ser muy interesantes para el pensamiento electoral americano.
Con todo, el conocido billonario se muestra en aparente actitud política, se presenta amigable con las multitudes y le hace guiños al elector, y al lector de X, que crece cada día más; y esa red social, desde sus comienzos como Twitter, no ha perdido la característica de ser una red política.
Por eso me atrevo a decir que, luego de este período presidencial que empieza el año 2024, Elon Musk podría ser el nuevo presidente de los Estados Unidos en 2028.

* Víctor Arias Aroca, doctor en Jurisprudencia y abogado en libre ejercicio, es un pensador cultivado en el arte de la literatura: orador de fuste, poeta de gran inspiración, historiador y escritor bien documentado. Reside en la ciudad de Manta (Ecuador) y su dirección de correo electrónico es: corporacionarias@gmail.com
