Cada generación tiene su tiempo de MADURACIÓN. La actual, en el PODER no solo público sino también privado, no ha madurado lo suficiente todavía; por eso hay mucha confusión y desaciertos. Quieren cambiar el mundo de manera rápida y completa, pero tienen un problema: ¡NO SABEN CÓMO!”

Por Ricardo Cobos Castillo *

La incredulidad tiene un sello perverso, hace que ya nadie crea en nada ni en nadie. El mundo globalizado de hoy parecería estar sumido en una gran crisis civilizatoria y de inteligencia, que tiene sus causas vinculadas con el control, la ambición, la codicia y el poder.

Resulta paradójico, pero es necesario entender que, pese al exuberante y descomunal “desarrollo” científico y tecnológico de estos tiempos, el crecimiento ético y moral del hombre no ha sido simultáneo. Dicho de otro modo: hemos avanzado mucho hacia afuera, pero escasamente hacia adentro.

En ese proceso de control y poder hay estrategias ocultas, y algunas evidentes, que buscan confundir, propiciar miedos y dividir.

En este escenario hay un comportamiento generacional que preocupa. Cada generación, de un modo u otro, cumple o cumplirá su rol protagónico en la historia de la conducta humana.

Ninguna generación resulta mejor, peor o superior a otra por lo que ha sido, es o será; son los resultados de sus acciones o comportamientos los que van marcando el efecto acertado o no de esas acciones. Todas, de uno u otro modo, tuvieron, tienen o tendrán sus defectos o virtudes.

La ACTUAL es iluminada, informada, brillante y tecnificada, lo que la torna petulante, particularista, sorda y exitista, que cree que todo lo sabe y soluciona.

Parecería una generación práctica, pero no es PRAGMÁTICA porque no privilegia lo ÚTIL y tiene dificultad para conceptualizar VALORES, en especial los de interrelación humana.

No solo ahora, también en el pasado existieron imbéciles morales que no cumplieron con el rol propicio para gobernar y generar condiciones para mejorar la calidad de seres humanos.

Cada generación tiene su tiempo de MADURACIÓN. La actual, en el PODER no solo público sino también privado, no ha madurado lo suficiente todavía; por eso hay mucha confusión y desaciertos. Quieren cambiar el mundo de manera rápida y completa, pero tienen un problema: ¡NO SABEN CÓMO!

Por estas razones, en este escenario de confusión, animado de inmediatismos, visiones tubulares y egoístas, habría que propiciar modos de ARMONIZAR entendimientos entre generación con experiencia y conocimientos, con generación nueva, joven, ilustrada, creativa y tecnificada, animados de integridad y con predisposición a los ACUERDOS, que es en realidad el entendimiento racional entre INTELIGENTES.

Para ser justos en el análisis, es menester también una evaluación autocrítica de quienes, estando en el poder, nos gobernaron.

* Ricardo Cobos Castillo es un librepensador cuya residencia está en la ciudad de Manta (Ecuador) y que, sacando tiempo a su actividad profesional de médico cirujano estético, recrea ideas filosóficas que delatan el comportamiento errado de la sociedad humana. Si desea contactarse con él, este es su correo electrónico: riccoboscas@hotmail.com