La opinión periodística de Ramón Alfredo Cevallos Intriago, expresada mediante una caricatura habitual en la página editorial de diario El Mercurio (Manta, Ecuador), fue la que más influyó, durante muchos años, el ánimo de quienes enfocaban su mirada en las expresiones criticonas de los editorialistas.

La razón de tal influjo era el irresistible llamado de aquellos trazos vigorosos mostrando la socarrona reacción del “Cholo Mantense” ante los diferentes dilemas del acontecer cotidiano del momento. Y ese protagonista fue y sigue siendo la representación vivaz del poblador autóctono de la costa del Cantón Manta.

Piezas periodísticas que hablan del trabajo artístico de Racy y de cómo él supo utilizarlo para expresar sus pensamientos durante su vida profesional activa. / Son cortesía del propio Racy / Manta

Algunas de aquellas vivencias memorables en su larga trayectoria de caricaturista insigne para El Mercurio, Ramón Cevallos (Racy) las recordará en su entrevista con REVISTA DE MANABÍ en Bombons Coffee Shop (piso alto del Paseo Shopping Manta), el próximo sábado 12 de octubre del 2024 a partir de las 14:30 (hora de Ecuador).

Esos recuerdos irán acompañados del inevitable contraste con la realidad actual, para entender un poco mejor todo lo que hoy tensa nuestras vidas.

La entrevista se transmitirá instantáneamente al mundo por medio del canal audiovisual que REVISTA DE MANABÍ tiene en su página alojada en la red social Facebook. Y el audio video resultante permanecerá dispuesto allí para reproducirlo cuando se quiera.

El caricaturista

Cortesía de Ramón Cevallos Intriago.

Ramón Alfredo Cevallos Intriago nació en la ciudad de Manta, provincia de Manabí, cuando transcurría el año 1948 del siglo anterior. Ha trabajado formalmente durante 42 años consecutivos.

Lo de dibujante caricaturista ha sido siempre su pasatiempo habitual, pero trabajó para la empresa Porto Plastic (Portoviejo) como diseñador de letreros luminosos, y como dibujante para el Canal 4 de televisión que hubo en Manta. En ambos casos durante seis años continuos.

Otros 25 años los dedicó a trabajar para la Escuela de Pesca radicada en Manta.

A sus 76 años de edad, se siente muy bien animado para disfrutar la vida hasta el último día que le sea concedido, “porque todavía hay tiempo de espera.”