Con las torrenciales lluvias del invierno presente, los dos ríos cuyos cauces atraviesan la ciudad de Manta en su curso hasta el mar, el Burro y el Manta, han puesto en dificultades a muchos habitantes y a la Administración municipal. A los primeros porque el piso bajo de sus casas se inunda, con todas las consecuencias imaginables; y, a la segunda, porque debe desviar su atención a resolver los problemas que el agua desbordada de los ríos causa.
Frente a este problema, el Municipio ha decidido tomar el toro por los cuernos haciendo dos cosas elementales: limpiar los cauces y construir muros de gaviones en sus bordes, lo suficientemente altos para que los ríos no salgan de madre. Pero es una labor parcial, circunscrita únicamente a los sitios donde hubo desbordamiento.
Los trabajos se iniciaron el 16 de febrero del 2017, según Blanca Suárez, fiscalizadora municipal, quien informó que “hemos intervenido hasta el momento el sector Nueva Comunidad Río Manta (…); calles J-12 y J-9; calles J-14 y J-9; sector mini terminal ubicado en la Avenida 4 de Noviembre; y, Calle J-4, a la altura del nuevo puente en la Calle J-6. También vamos a intervenir en el Barrio María Auxiliadora (…)”.
Paralelamente a esas labores también se realizan estudios y evaluaciones profundas en toda la extensión del cauce de los ríos, para determinar eficientemente cuánto riesgo hay de que futuras lluvias fuertes ocasionen inundaciones dentro de la ciudad.
La información municipal da cuenta que la emergencia es atendida en la medida de lo posible, como se evidencia en los resultados de no tener muchas afectaciones hasta la fecha, a diferencia de los cantones vecinos que sí han pasado difíciles momentos con la caída de las lluvias en su sector.
