Por hallarse asentado junto a un puerto marítimo natural, el pueblo de Manta desde sus orígenes ha basado su economía en actividades básicas tradicionales, como son la pesca y el comercio, que aún hoy siguen siendo pilares de la prosperidad local, con diferencias presentes referidas a volúmenes y métodos operativos. Pero la transición de parroquia del Cantón Montecristi a cantón autónomo dentro de la provincia de Manabí ha cambiado la fisonomía general del territorio y su pueblo, principalmente en la ciudad, lo cual se desvela en una reciente exposición monográfica que de la mano del Gobierno municipal recorre las unidades educativas manteñas.
Esta exposición itinerante, denominada “Recordando Nuestras Raíces”, incluye una muestra fotográfica de la historia y la transformación paulatina del cantón. La mayoría de fotos son de tonos blanco y negro, lo máximo que permitía la técnica del pasado; pero son un testimonio muy vívido de la evolución del pueblo y su ambiente, el primero creciendo vertiginosamente y modificando sus costumbres de acuerdo a su propio desarrollo y en función de las influencias externas, lo que a su vez ha llevado a la transformación del entorno, obligado a adaptarse a los cambiantes requerimientos de la población.
La observación de las fotos y los documentos concernientes permite echar un vistazo cronológico al desarrollo del Cantón Manta y su ciudad, que desde que era parroquia de Montecristi vivía de la exportación de productos agrícolas y artesanales, en este último apartado teniendo como producto estrella al sombrero de paja toquilla. Pero era una población muy pequeña que se proveía de agua bebible a través de barriles de madera transportados en burros y en carretas empujadas por hombres. Las callecitas del centro urbano carecían de pavimento y en las noches se iluminaban con candiles encendidos con kerosene.
En las décadas de los años 40 al 80 del siglo anterior, ya constituido el cantón, Manta tomó impulso como puerto mercante exportador de materias primas, sobre todo después de que el puerto de Bahía de Caráquez quedó anulado por el exceso de sedimentos que dificultaban la navegación. Toda la abundante producción agrícola de las grandes haciendas de Manabí en esa época se exportaba por Manta y este fue el detonante para la constitución de Autoridad Portuaria y la construcción de su gran muelle de calado internacional. Y ese fue, también, el periodo en que la pesquería industrial tomó cuerpo.
Toda esa trayectoria es contada en las imágenes de la exposición itinerante que recorre los planteles educativos, pudiendo apreciarse en ellas situaciones tan reveladoras como los enormes tendales de las piladoras donde además se secaba y escogía café y cacao, que eran las mayores fuentes de empleo de la época; el amontonamiento de sacos llenos con productos exportables que esperaban el turno de estiba en el borde del malecón; las largas filas de camiones cargados esperando turno para descargar en muelle; los comercios más activos y emblemáticos del momento; las calles sin semáforos; entre otras añoranzas.
La muestra se compone de 55 cuadros y 400 fotografías que datan desde 1890 hasta la actualidad e inició su periplo colegial el día 15 de agosto del 2019.
Esta es una nueva agenda pro cultura del Gobierno municipal, para la que, previamente, los alumnos realizan una visita al Museo Etnográfico Cancebí (Avenida 2, frente a la Plazoleta Azúa), conforme explicó el director municipal de Cultura, Luis Espinoza.