Desde hace algunos años la Administración municipal de Manta comprendió que la actividad turística bien llevada constituye un gran pilar para la economía y el desarrollo social del pueblo que la cultiva. Y dándose cuenta de que su condición costera -con playas largas, amplias y planas- es el mayor potencial turístico de su cantón, enfocó gran parte de su esfuerzo a sacarle el mejor provecho posible.
Así es como, a lo largo de los tres últimos lustros, se ha venido creando una robusta estructura institucional, con participación pública y privada, que ha posibilitado preparar a la comunidad cantonal para abrillantar los atractivos naturales y humanos del territorio, y sobre esa base montar las diversas actividades de entretenimiento y diversión que se ofrece a los turistas del mundo, regularmente, y con mayor fuerza en épocas de alta movilización humana nacional, como las vacaciones colegiales, Carnaval y las fiestas del fin de año.
Es a partir de ahí que se forjan los programas de actos para celebrar durante el feriado oficial por Carnaval, con el Gobierno municipal a la cabeza y otras instituciones públicas apoyándolo, como la Armada, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos, la Secretaría Nacional de Riesgos, el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Ministerio de Salud. A ellas se añaden las iniciativas y esfuerzos privados, desde ideas de nuevos actos o para perfeccionar los ya existentes, hasta el patrocinio a cambio de publicidad, pasando por la participación directa que hacen grupos de salvavidas marinos u organizaciones de la talla de Cruz Roja.

Para el carnaval que se desarrolla ahora mismo, por ejemplo, hay unos 500 servidores públicos de diferentes profesiones trabajando en el Plan de Contingencias elaborado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, sin contar el personal regular de Policía Nacional, Ministerio de Salud, aseo de calles, etc.
En las playas más concurridas se ha instalado cámaras de video vigilancia que son monitoreadas permanentemente en el mini ECU-911 municipal, siempre alerta para detectar algún incidente que comprometa la tranquilidad social, e inmediatamente reportarlo a las autoridades correspondientes.

El Murciélago./ GAD Manta 
Mini ECU-911 municipal./ GAD Manta 
Otro ángulo de El Murciélago./ GAD Manta
Para sortear los atascos vehiculares en la avenida del malecón de la ciudad, sometida a una remodelación que tiene inhabilitada su franja central, el Municipio se ha dado modos para que esto no interrumpa el tránsito. Aunque en los momentos de los conciertos musicales que concentran a mucha gente en la playa de El Murciélago, por esta vía solo circularán los autobuses de servicio urbano y los camiones que van al puerto o salen de él.

El mismo Municipio se ha empeñado en proporcionar capacitación profesional especializada a quienes sirven al turismo en sus respectivos hoteles y restaurantes, así como a las personas que lo hacen vendiendo ambulantemente artesanías, periódicos, golosinas y accesorios utilitarios para uso playero.
Por su lado, la también municipal EPAM (Empresa Pública Aguas de Manta) ha puesto en marcha su propio plan para mantener en las mejores condiciones posibles el funcionamiento de los servicios de agua potable y alcantarillado a su cargo. Cuadrillas especiales de técnicos y obreros trabajan extraordinariamente, alternándose en turnos de vigilia las 24 horas del día, para actuar tan pronto suceda alguna emergencia.

Y el sector turístico gestionado por la empresa privada también ha tomado sus propios recaudos, actualizando los conocimientos de sus colaboradores, mejorando las instalaciones que usan huéspedes y comensales, instrumentando ofertas de servicios especiales, asegurándose de que sus usuarios encuentren la comodidad y seguridad deseadas.

Pero no solo son los operadores turísticos. También es justo hacer notar que son numerosas las empresas privadas de todo orden que aportan su cuota para contratar los espectáculos públicos de atracción masiva, como los conciertos musicales de artistas traídos de otros países que son presentados en las playas, donde los espectadores no tienen que pagar para verlos. Hay, también, oferta de espectáculos artísticos por los cuales se necesita pagar un precio para ingresar al recinto donde se presentan.

En estos últimos años ya casi nada se deja al azar cuando hay que preparar a la ciudad y al cantón para que se luzcan sirviendo a los turistas. Todo está previsto y organizado como corresponde a destinos interesantes y confiables, donde los anfitriones han de comportarse con diligencia, respeto y amabilidad responsable.
