Un conductor de carros es el primer recuperado de la COVID-19 en el Centro Post-Hospitalario para pacientes con síntomas moderados de esa enfermedad en Manta, Ecuador.
Emocionado y con ganas de reencontrarse con su familia salió Richard Chóez del centro, instalado en el Geriátrico municipal de Urbirríos, al suroriente de la ciudad.
El conductor, de 41 años, es el primer recuperado que es dado de alta de este centro que busca descongestionar la red de salud pública en la ciudad, durante la emergencia.
«La fe y el buen ánimo me recuperó; eso les pido a quienes tienen esta enfermedad. Créame, que si nos deprimimos no vamos a llegar a ningún lado», dijo Richard entusiasmado e impaciente, sin dejar de mover las piernas ni un segundo.
Después de 20 días de haber permanecido aislado quería ver a su esposa, a quien le tocó dormir en el parqueadero del Hospital del IESS. Quería ver a sus hijos que lo esperaban en su casa, en Jipijapa.
Richard trabaja como chofer para el Distrito de Salud 13D02 (Manta, Jaramijó y Montecristi) cuya Administración central se halla en la ciudad de Manta. Y, justamente, fue laborando durante los primeros días de la emergencia que se contagió.
No fue el único. Compañeros de trabajo y amigos de él también dieron positivo con coronavirus: unos murieron, otros siguen en la batalla y él «gracias a Dios» se recuperó.
«Yo llegué sin oxígeno al sub-centro en Jipijapa, saturaba menos de 80. Si yo me quedaba un día más en mi casa, me moría. Pero me trasladaron a Manta, al IESS, y luego aquí donde me brindaron toda la atención para recuperarme. A buena hora existe este sitio», destacó Richard, al borde de las lágrimas.
Él se marcha feliz para seguir recuperándose en su casa. Agradeció al personal médico, a los agentes de seguridad, a todos. «Gracias por todo, hermanos; cuídense. Me voy», exclamó con todo ese buen ánimo que hoy lo tiene con vida.
