En medio de la pandemia COVID-19, ambos comedores han tenido que pasar un largo lapso de inactividad y desde julio reabrir adaptados a las restricciones de la “nueva normalidad”, con el protocolo de bioseguridad incluido.
Pero el personal de cada cocina y refresquería ha tomado el desafío con la convicción de que es mejor ajustarse a las indispensables reglas sanitarias, que quedarse en la nada.
Así lo explica Ramón Barreto, quien es famoso por sus deliciosos batidos de frutas en el patio de comidas del Mercado Central Municipal. “Estábamos a la expectativa de volver a trabajar. Ahora que nos reactivamos se ofrece un producto de calidad con todas las normas de prevención”, comenta resignado.

Y es que, después de 4 meses de paro, “Los Batidos de Ramón” vuelven a ofrecerse en el centro de abastos, al igual que los demás preparados de diversa composición y finalidad dietética.
Bajo el plan de reactivación, Ramón busca recuperar su economía junto a más de 20 servicios de alimentación que han retomado sus actividades en el patio de comidas del Mercado Central.
Claro que hoy los comensales van a encontrarse allí con mesas de solo dos sillas, señales de dónde ubicarse para cumplir el distanciamiento social, dispensadores de alcohol en gel, entre otras medidas de bioseguridad, que se aplican en ese patio de comidas y también en el que funciona en el igualmente municipal Mercado Los Esteros.
Todos usan mascarilla./ GAD Manta Arte en la mascarilla./ GAD Manta Bolones de verde «mata hambre», en Mercado Central./ GAD Manta
En este último se han reabierto 15 comedores, que entre uno y otro ofrecen seco de gallina criolla, horneado de chancho, pescado apanado, carne frita con menestra, encebollado, ceviche y demás platos de la singular gastronomía manabita.
Para que no haya pretexto en cumplir las precauciones de bioseguridad en cada caso, la Administración municipal de Manta ha regalado mascarillas y visores faciales a todos quienes laboran en los dos mercados aquí citados.