Está en marcha un proyecto de prevención de riesgos de inundación a ambos lados del Río Portoviejo. Es la respuesta a los estragos causados por desbordamientos ya ocurridos, cuyas experiencias dan una pauta para aplicar conocimientos científicos y técnicos que, llegado el caso, minimicen los perjuicios y eviten demonizar a las inundaciones, un acto natural de vital importancia para la vida misma.

Al proyecto se lo identifica por sus siglas INUNRED. Es financiado por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europea (ECHO), dependiente de la Comisión Europea; y lo manejan Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (Agronomes et Vétérinaires Sans Frontières –AVSF, nombre original en francés), la Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA) y la Organización No Gubernamental (ONG) Progreso (Un proyecto similar se desarrolla simultáneamente en Piura, Perú).

El objetivo -es evidente- se enfoca en lograr que no haya tantos daños cuando el río se desborda; sobre todo, que no perjudique a los seres que viven en las riberas, tanto en el entorno rural cuanto en el urbano. Y para esto se hacen in situ socializaciones periódicas, incluyendo a los habitantes, a delegados de gobiernos locales autónomos y a los que representan a los organismos estatales responsables de los recursos naturales ecuatorianos.

Hoy mismo (vienes 5 de julio del 2019) se realiza en el Museo Histórico de la ciudad de Portoviejo, la segunda jornada del primer módulo de un acto de capacitación técnica sobre la gestión de riesgos. Participan 13 técnicos delegados por gobiernos municipales de Portoviejo, Santa Ana y Rocafuerte (territorios influenciados directamente por el río), Secretaría Nacional del Agua (SENAGUA), Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE-Manabí), Ministerio del Ambiente, Gobierno provincial de Manabí, y por otras entidades públicas afines al aprovechamiento del agua y la preservación del ambiente natural.

Según los organizadores, esta capacitación es el primer módulo de cuatro, y aborda el concepto de riesgo en su relación con el desarrollo de la cuenca del Río Portoviejo, y cómo las instituciones deberían articularse para poder trabajar óptimamente en este campo.

Siendo los participantes técnicos de distintas instituciones, el intercambio de experiencias sobre la temática, el diálogo y la capacitación en la prevención de riesgos de inundación es fundamental para entender la cuenca del Río Portoviejo con un enfoque holístico (“Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”, Diccionario de la Lengua Española, versión digital).

Estas actividades de prevención de riesgos ante los eventuales desbordamientos del Río Portoviejo, confirman aquello de que las represas no evitan las inundaciones, porque cuando el embalse está lleno el agua de las fuentes sigue fluyendo por encima de él, como sucede en Poza Honda de Santa Ana. Y, además, desvelan lo que muchos científicos ya saben: las inundaciones son imprescindibles para mantener la fertilidad de las tierras de cultivo, la vida de flora y fauna que en ellas habitan; y, en general, el funcionamiento armonioso de los ecosistemas. Así que la tarea humana no es evitar que las inundaciones ocurran en los campos de labranza, sino adaptarse a ellas mediante la conservación del curso natural de los ríos y evitando -esto sí- que sus riberas sean usadas para levantar construcciones pensadas para tierras no inundables.

FUENTE: INUNRED (Portoviejo), mediante boletín acerca del acto de capacitación y firmado por Corentin Valençot.
Anuncio publicitario