Texto y foto: Samantha Jijón Gagliardo/(@SamiGagli)

¿POR QUÉ en Guayaquil no se vive el arte como en otras ciudades del Ecuador? Siempre recuerdo la fuerte cultura por el arte y la música que pude ver y vivir cuando en mi niñez residí en la Atenas del Ecuador. Nunca olvidaré que aquellas actividades culturales en mi escuela, y las que se realizaban en la ciudad, influyeron en mí algo muy positivo que ha hecho que me pregunte: ¿Por qué en Guayaquil no existe más arte?, aquel que se pueda respirar y ver en cada rincón.

El amor y el aprecio por el arte en Guayaquil no se logran con una clase obligatoria de dibujo en el colegio. ¿En serio creen que esa es la forma para incentivar a los futuros artistas?, cuando no existen actividades escolares que incentiven a los jóvenes a querer aprender más de nuestra cultura, arte, música, etc. Guayaquil y la educación por el arte deben avanzar.

Recuerdo que una vez con mi clase, en Cuenca, fuimos a una obra de títeres. Este fue el modo escogido para enseñarnos un tema relacionado a lo que estábamos aprendiendo. En otra ocasión pintamos un mural, como actividad general de todo el colegio. Nos pidieron que lleváramos un tarro de pintura, una brocha y una camiseta que se pueda manchar por los gajes del oficio. Cada estudiante realizó la parte que le tocó y, al final, el trabajo de todos tomó forma con un mensaje positivo lleno de mucho color, en un lugar muy visible en la ciudad. 

De niña también me llamó la atención la pintura, por los talleres escolares que tuve la libertad de escoger. Otro año elegí música y fui parte de la banda del colegio, que, por cierto, también hizo actividades por la ciudad. Ahora soy consciente que me gusta conocer más el trabajo de artistas ecuatorianos y del mundo, por aquellas actividades llenas de arte.

Admiro a todos los artistas que ponen su incansable esfuerzo para dejar una huella de expresión en nuestra ciudad y que muchas veces la sociedad y las autoridades todavía no comprenden. 

Estoy segura que a la mayoría de los guayaquileños les gustaría vivir en una ciudad más cultural, en la que se enseñe con actividades de integración en las escuelas y colegios, en los que se pueda disfrutar y aprender de arte. Que existan más espacios públicos en donde el muralismo pueda transmitir, con colores y formas, poderosos mensajes. Un atractivo cultural que le haría bien a Guayaquil y a los guayaquileños.