Desde hace ya 8 años, cada vez en noviembre tiene lugar en la ciudad de Manta un festival folclórico llamado “Zampoñas, Lluvias y Charangos”, que pone en escena a diversos grupos que representan las tradiciones musicales autóctonas de los pueblos de las América. Es, en suma, un espectáculo vernacular pletórico de acción, ritmo y vistosidad, que en su desarrollo mantiene viva la atención de los espectadores.
De la mano de su mentor y organizador, Ramiro Parreño, el festival se hizo este año durante la noche del sábado 16 de noviembre, en la Plazoleta Azúa que hace esquina con la Avenida 2 y la Calle 9, y está rodeada por el Palacio de Justicia, el Museo Etnográfico Cancebí y el Palacio Municipal de Manta, en el centro histórico de la ciudad. El espacio no es muy grande, pero es acogedor y está lleno de simbolismo, aparte de hallarse muy bien iluminado y en un sitio de fácil acceso a los medios de transporte que sirven al público.
La Dirección de Comunicación de la Administración municipal calcula que unas 800 personas se reunieron en torno al espectáculo y pudieron disfrutarlo de principio a fin. Vieron el movimiento incesante de los actores que danzaban sobre la tarima, todos ataviados con prendas propias de las culturas ancestrales (brillantes, coloridas y de formas deslumbrantes), al mismo tiempo que escuchaban el sonar melodioso de los instrumentos primitivos.




Hicieron la representación cinco grupos nacionales, que ante su despliegue escénico provocaron en los presentes una “lluvia” de aplausos y el entusiasmo de animarse a bailar al son de la música tradicional.
Los grupos folclóricos que allí actuaron, especialmente invitados, son: ‘Sayani Arte y Tradición’, ‘Sendero’, ‘TradiArte” y ‘Killkana”. Y también lo hizo la Orquesta Folklórica Infanto Juvenil del GAD de Manta, que fue la encargada de abrir el programa.
Este festival se realiza con gran suceso desde el año 2012 y es reconocido como parte del programa general de fiestas que el Gobierno municipal de Manta organiza en octubre y noviembre de cada año, para conmemorar el nacimiento del cantón. De hecho, el Municipio contribuye para el montaje del espectáculo.