En la ciudad de Guayaquil se ha puesto en marcha un programa social de emprendimientos comunitarios. Es una idea con esfuerzo conjunto del Gobierno municipal y la empresa privada multinacional Unilever.
Y tiene una finalidad encomiable: fomentar el emprendimiento enfocado en personas con algún tipo de discapacidad o que no cuentan con las capacidades habituales para su propio sustento y el de su familia más próxima.
Para dar inicio a este programa, las dos instituciones coaligadas beneficiaron a Santiago Aroca, que por faltarle una pierna se moviliza en una silla con ruedas, situación que le ha dificultado la posibilidad de generar el debido sustento a su familia, que además la integran su esposa y los 5 hijos de ambos.

Mediante el programa de emprendimiento comunitario se le proporcionó un congelador con helados Pingüino, con lo que inicia su propio negocio. En el acto participó Cinthya Viteri, alcaldesa de Guayaquil; Jorge Rodríguez, concejal del mismo cantón; representantes de Unilever y de su marca Pingüino.
Además, se remozó la fachada del domicilio de Santiago Aroca y a él se le entregó el uniforme que caracteriza a la heladería y todos los suministros indispensables para su trabajo de vendedor autónomo. Adicionalmente fue capacitado para que pueda manejar con solvencia sus finanzas, la atención al consumidor, la calidad de sus servicios, el manejo de residuos y el uso de ornamentos en su local.

David Balladares, gerente de Comunicación y Asuntos Corporativos de Unilever, explicó el involucramiento de esta empresa en el programa comunitario: “Unilever desarrolla marca con propósito. Es así que su marca de helados Pingüino tiene como principal objetivo construir un mundo más feliz e inclusivo. Una calle a la vez. Y, a través de esta alianza con el Municipio de Guayaquil, buscamos generar un emprendimiento sustentable que a la vez contribuya con el crecimiento de la matriz productiva. Y nuestro objetivo es continuar con este tipo de iniciativas que promuevan un comercio inclusivo”.
