El mundo de la robótica avanza a pasos agigantados: desde el primer brazo mecánico para el ensamblaje en fábricas, hasta robots que hablan y ayudan en diferentes campos al ser humano. La ciencia no descansa y el futuro está en las puertas del presente.
La tecnología ha avanzado rápidamente y no sorprende que los robots sean parte de este proceso acelerado. Ejemplos específicos son los vehículos autónomos desarrollados por las industrias automotrices mundiales, un proyecto que cada vez toma más fuerza e incluso ha permitido vislumbrar increíbles prototipos de movilidad única; o los modelos de autos voladores que ya existen en algunas latitudes.
La realidad de los robots ha llevado a científicos, ingenieros y expertos en el campo a trabajar constantemente por evaluar el comportamiento de estos humanoides y sus interacciones con la gente.
En países industrializados y potencias tecnológicas como Japón ya se trabaja con tecnología 4.0 en robots especializados para diferentes áreas. Latinoamérica no se queda atrás y también aporta al mundo de la ciencia y la robótica con profesionales expertos en el campo y preparados para grandes proyectos, como es el caso del chileno André L’Huillier, docente e investigador de Harrisburg University, quien desde el Laboratorio de Robótica Social de dicha casa de estudios en Pensilvania (Estados Unidos) trabaja en el proyecto denominado «la robótica social aplicada al sector del servicio».
El robot NAO
Para desarrollar este proyecto, Harrisburg University ha adquirido a NAO, un robot humanoide diseñado para explorar la interacción entre seres humanos y robots. NAO es utilizado en contextos de investigación, educación con niños, e incluso como soporte psicoeducativo para el autismo.
La colaboración involucra a L’Huillier junto a Wei-Kang Kao, profesor asistente del programa de Analítica de Datos de Harrisburg University; estudiantes de posgrado de esta misma universidad, inscritos en maestrías y doctorados de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas); y científicos de Oaklahoma State University.
Además, este mismo equipo de estudiantes y docentes desarrolla también otro proyecto que estudia el rol de la voz en la aceptación de un robot de servicio.

“Actualmente estamos explorando qué es lo que determina nuestra aceptación para ser atendidos por un robot. Por ejemplo, en el contexto de la atención médica estamos evaluando situaciones como ¿hasta qué punto puede un robot asistir a un paciente para una cita?”, explica L’Huillier.
Según señala el investigador, la idea es entender cuáles son las situaciones o acciones médicas que se pueden manejar a través de la interacción con un robot y cuáles definitivamente no; para así contribuir a que tanto enfermeras como doctores ganen tiempo en la prestación del servicio de salud.
“Con nuestros estudios podemos entender la transformación de los robots y su repercusión, cada vez más evidente en los ambientes de trabajo. Es un hecho que los robots están a nuestro alrededor y que traerán grandes cambios para al futuro. Hoy en día podemos interactuar con robots en cada momento de nuestra vida”, agrega el investigador.
La industria 4.0 en Ecuador
Ecuador no es ajeno a este proceso tecnológico y hoy se conoce de la industria 4.0, o cuarta revolución industrial, que hace uso de software e internet para hacer trabajar una máquina o para operar una planta manufacturera desde un dispositivo móvil.
Estas transformaciones se observan en el ensamblaje de autos y la fabricación de tuberías con robots conectados a internet, así como también en la labor que realizan pequeños androides que desinfectan espacios hospitalarios.
Otro gran ejemplo es el parqueadero automatizado de la ciudad de Guayaquil, que cuenta con dos torres de 15 pisos cada una y opera con un sistema computarizado para estacionar los vehículos sin necesidad de un conductor; únicamente ingresando el número de la placa del vehículo.
Si bien es una realidad que muchas plazas de trabajo se reemplazarán con robots inteligentes, así mismo nacen nuevas oportunidades de empleo que requieren de capacitación específica, con conceptos y conocimientos de vanguardia, que se pueden adquirir por ejemplo estudiando carreras del futuro como la robótica.
FUENTE: Harrisburg University (Campus en ciudad de Panamá, República de Panamá), mediante comunicado y fotos enviados a REVISTA DE MANABÍ por intermedio de la Agencia de Relaciones Públicas Effective, con firma de Eileen Guerra (098 468 0801 – eguerra@effective.com.ec).