Una operación de socorro llevada a cabo en los cantones de Rocafuerte y Sucre, por el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja de Chone.
La zona centro norte de la provincia de Manabí, por ser bastante baja comparada con las zonas circundantes, no puede evitar las inundaciones que provocan las lluvias cuando son abundantes y repetidas, como en la temporada presente. Partes de los cantones Tosagua, Rocafuerte y Sucre se llenan irremediablemente de agua y sus moradores, estoicos, deben soportar las consecuencias.
Durante el último fin de semana se repitió la historia, pero agravada por la intensidad sorpresiva de los aguaceros, que rebasaron los niveles acostumbrados y pusieron en serios apuros a los habitantes de la comarca, muchos de ellos completamente aislados en medio del agua lodosa y la oscuridad de la noche.
Alertado de esta emergencia, el Cuerpo de Bomberos de Chone desplazó en el acto a 22 de sus miembros, que junto a cinco brigadistas de la Cruz Roja local fueron hacia Charapotó y Rocafuerte para socorrer a las personas en apuros.
Guillermo Rodríguez, coronel y primer jefe de los bomberos chonenses, indicó que con el personal a su mando se movilizaron también dos vehículos contra incendio llevando agua potable, dos botes con motor fuera de borda, generadores de electricidad y víveres.
Informó que hubo evacuación de familias en Cañitas, San Eloy, Tierra Amarilla y Sosote del Cantón Rocafuerte y en Charapotó del Cantón Sucre. En total fueron rescatadas 28 familias y llevadas a albergues por miembros de la Secretaría de Gestión de Riesgos y del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
El bombero Jhonatan Figueroa indicó que los trabajos fueron arduos ya que el acceso a los lugares afectados era difícil por los cultivos de arroz del lugar y las alambradas que los protegían. Sin embargo, dijo sentirse satisfecho por haber cumplido su deber.