Hace unos 7 años, durante una larga y amena entrevista en su casa con Verónica Loor Vélez, este líder político rememoró las fragosas gestiones que se hicieron para lograr la cantonización de Flavio Alfaro y nos dio su visión crítica de la realidad social que en ese momento vivían la provincia y el país. Hoy, con motivo de su deceso, la publicamos íntegramente como un homenaje a su memoria.
¿Cómo se dio la cantonización de Flavio Alfaro?
Fue la lucha de un pueblo sediento de oportunidades para poder progresar. Un grupo de 3 personas: Don Wilfrido Muñoz (“Cañola”), de profesión mecánico; don Jorge Cuadros (no era mi pariente), y John Cuadros iniciaron esta lucha; después se fueron incrementando más y más personas para apoyar la iniciativa y concentrarse en la cantonización, tarea que les llevó aproximadamente unos 4 años, porque el presidente de la República de ese entonces, Ing. León Febres Cordero, vetó el proyecto de ley.
Esperé el año (plazo constitucional para insistir en el proyecto) y mucha gente me decía que lo dejara, lo frenara, porque como el presidente (Febres Cordero) era de otra tienda política contraria a la mía (Izquierda Democrática) había ese choque; pero no, la lucha continuaba y esta vez me lancé solo, porque ya no quería entusiasmar a la gente y nunca me gustaron los paros ni la forma violenta de actuar, solo con el diálogo llegar a los gobernantes por medio de las amistades.

Como yo había tenido la oportunidad de educarme en Quito, conocía a personajes cercanos a Febres Cordero, como Patricio Quevedo, Ernesto Albán, Luis Chiriboga que fue alcalde de Quito… Bueno, tantos amigos que tenía: Camilo Ponce, Pedro Velasco (sobrino del ex presidente Velasco Ibarra); ellos mismos me entusiasmaron para seguir, y no solo por un partido político sino por todos.
Fue así, poco a poco, hasta que en un 20 de abril de 1988 se firmó el decreto por parte del Congreso Nacional y 9 días después se publica en el Registro Oficial, es decir el 29 de abril de 1988. Por eso es que yo a veces discrepo, porque aquí no le dan importancia a esto y toman la fecha del 29 y no la del 20 de abril.

¿Cuáles fueron los momentos más críticos de esta jornada cívica?
Cuando nos vetó el presidente Febres Cordero.
¿Y los mejores momentos?
El 20 de abril de 1988.
¿Se han cumplido los objetivos de la cantonización?
Creo que en parte sí, algo se ha hecho; unos han hecho más que otros, pero todos han querido colaborar de alguna u otra forma desde los gobiernos municipales.
El pueblo ha crecido. Imagínese que hay 5 universidades y eso era una de mis metas, la educación. Yo siempre fui amante de impulsar la educación y voy a decir porqué. Cuando me casé vine a radicarme aquí con mi mujer y me enteré de una noticia que no me gustó: presencié cómo mis compañeros de escuela, con los que yo había compartido el tercer grado de escuela primaria aquí en Flavio Alfaro, algunos se habían quedado en cuarto y otros con gran dificultad habían terminado. Y empecé a hacer algo, eso por el año de 1966 cuando abrí el Colegio Agustín Zambrano, que en primera instancia impartió la educación de forma gratuita, ya que los profesores que brindaban sus conocimientos en este plantel educativo recibían una remuneración casi simbólica. Posteriormente se lo hizo particular. Unos años después, yo mismo fundé el Colegio Nacional Técnico Agropecuario Flavio Alfaro y empezó a hacerme la competencia, porque yo tenía en mi colegio cerca de 80 alumnos en primer año y me quedé con 20 o 25 estudiantes. Esa era mi prioridad, la educación.
Posteriormente tuve la oportunidad de crear 4 colegios más. Esto hace que los flavio alfarenses tengamos la capacidad de esa competencia académica y haya la visión de crecer, de formar microempresas, empresas medianas, etc.
¿Qué más puede hacer el Municipio por Flavio Alfaro?
Se debe controlar la cantidad de empleados. El presupuesto es muy escaso para Flavio Alfaro, cuya extensión territorial supera a la de Manta y Portoviejo.
¿Su gestión y sus obras?

Se inicia en enero de 1989. En salud y en educación yo me pasé del presupuesto y hasta me tocó poner plata mía para avanzar. Nosotros, gracias a Dios, a los 2 años de gestión ya teníamos alcantarillado sanitario y de aguas lluvias. Son 2 cosas importantísimas, pero la gente no se daba cuenta ni de las escuelas construidas, ni los profesores empleados, ni de la luz eléctrica, ni de las carreteras…
Construimos la casa municipal, implementamos el Centro de Salud, remodelamos el Mercado, creamos 2 parroquias rurales: San Francisco de Novillo y Zapallo, con fecha 7 de agosto de 1992. Creamos 2 colegios: “El Descanso de los Romeros” en el sitio El Descanso y “José Jeremías Vera Loor” en la Parroquia Novillo; entre otras obras más.
¿Flavio Alfaro está motivado para corresponder las iniciativas y esfuerzos de sus autoridades?
Lamentablemente no. En Flavio Alfaro la gente no ayuda a la Municipalidad. Vea El Carmen y Santo Domingo, ayudan con mingas; y aquí nadie quiere hacer nada. Este creo que es el cantón donde los predios tienen una de las tasas de contribución más bajas, unos 20 dólares al año, que no son ni 2 dólares por mes, y ya están bravos. Reclaman qué hacen con sus aportes, pero vean las carreteras que son un servicio primordialmente para la comunidad rural que es la base de la economía. Si es del agua, lo que pagamos son 5 dólares mensuales y nos quejamos; encima no hacen conciencia del ahorro del agua. Yo no tengo agua potable sino 3 pozos: uno en mi casa, otro donde Bachita (mi hija) y otro donde John Fernando (mi hijo) y nunca me falta el agua, pero porque ahorro; otros no ahorran, la dejan derramar y después no tienen ni una gota. El mercado de Flavio funciona porque yo tengo un pozo allá.
¿Cómo conseguir que los flavio alfarenses sean más unidos?

Se puede decir que nos falta más apego al trabajo y desapegarnos un poco de la plata (dinero). En cuanto a mi familia, tuvimos lo de mis padres y hermanos; yo era el que hacía el negocio; llegamos a tener cerca de 1.800 reses y mucha más tierra que todos aquí en Flavio en ese entonces. Cerca de 4.000 hectáreas y estas 3 manzanas eran de nosotros. Se fueron vendiendo porque el pueblo tenía que desarrollarse.
Entonces, cuando uno ya quiere a su pueblo, que se sienta orgulloso de verlo con todos los servicios básicos y respetarlos, respetar a su ciudad no ensuciándola sino aportando para ella; pero aquí nos hace falta eso.
¿Qué opinión tiene usted de cómo se maneja la provincia de Manabí?
Manabí está politizada. Aquí se puede decir que a las autoridades no se las respeta. Digamos que hasta la Policía no se hace respetar.
¿Tenemos buenos líderes políticos en Manabí?
Sí los tenemos, pero todos están pegados a una cosa que se llama “subiré” y los demás que se queden. Manabí está abandonada justamente por sus líderes políticos, es algo terrible, se olvidan totalmente, no son como los viejos de antes, entre los que me considero yo, por una sencilla razón: no respetan a nadie. Mi mujer está con el Gobierno (Yo no, porque él puede decir cualquier cosa que sea a los demás, pero a él nadie puede refutarle); no hay respeto. Y las cosas no pueden ser así, todo tiene que ser equilibrado. No es que yo no estoy de acuerdo con el partido, a todos los veo igual, eso es independiente, porque yo he estado más de 50 años afiliado a Izquierda Democrática desde el año 1967.
¿Y de cómo se maneja el país?
Yo pienso que una de las inversiones más grandes que ha tenido el país desde el gobierno de Rodrigo Borja, ha sido el bono de desarrollo humano, pero este no es controlado y se lo da a muchas personas que realmente no lo necesitan. Estas personas ya no trabajan, se conforman con lo que les da el Gobierno. Si se quiere dar un servicio social al pueblo, que se le dé salud sobre todo, vialidad y educación. Vea que yo ahora pongo la salud y la vialidad primero que la educación, me equivoqué antes porque la vía es la importante; una vía abierta es para que el pueblo no se venga de allá sino que vayan a educarlos y a sanarlos, pues por falta de esto es que dejaron los campos botados para venir a estudiar acá. Pero si se da buena vía de comunicación, buena salud, buena educación, se quedan allá, no tienen por qué salir. Se regala demasiado en este gobierno; por mucho que den 1.000 casas, eso no ayuda a toda la población necesitada. Las vías, la salud y la educación, eso ayuda a un pueblo a superarse.
¿Cómo ser mejores ecuatorianos?
Enseñándole al pueblo a trabajar. Comparto una frase con mi compadre Pepe Loor, de que hay que enseñarles a pescar y no darles el pescado listo para que se lo coman; se les acaba y se quedan sin comer porque no saben trabajar. La nueva generación se está acostumbrando al facilismo, la juventud piensa en la droga, el alcohol, están terminando con sus vidas, desafortunadamente. Yo a los 17 años -y óigalo bien-, ¡yo no sabía dónde besar!, se lo juro por Dios. Alguna vez me dijeron: Abrázala y bésala en la boca.
Hoja de vida

Nombres y apellidos: John Julio César Cuadros Pazmiño. Nace en la parroquia Ricaurte, cantón Chone, el 24 de junio de 1938. A los 6 años de edad llegó a Flavio Alfaro que por esos tiempos se llamaba Pescadillo. Hizo sus estudios primarios en la Escuela Mixta Flavio Alfaro Nº 52; los secundarios en el colegio salesiano de Rocafuerte (Manabí), en el Colegio San Gabriel de Quito y en el Colegio Particular Pichincha donde obtuvo el título de bachiller. Ingresó a la Universidad Católica de Quito en la carrera de Leyes, pero no la concluyó porque tuvo que regresar a su pueblo ya que su padre se encontraba delicado de salud. Se dedicó al comercio de víveres y a la compra y venta de productos de la zona.
Se casó con la quiteña Guadalupe del Carmen Romo Proaño, de 15 años, cuando él tenía 20. Procrearon 3 hijos: María Beatriz, Guadalupe del Rosario y John Fernando.
Se considera un hombre humilde, generoso, alegre, que le abre las puertas de su casa a quienes deseen visitarlo, además de brindar apoyo moral y económico a personas de escasos recursos. A pesar de eso, lamenta, algunos a los que él extendió sus manos, en un momento de tragedia y dolor nunca acudieron a su lado para brindarle solidaridad.
Ocupaciones profesionales: educación, comercio y política. Presidente de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Flavio Alfaro y rector del Colegio Particular Agustín Zambrano.
Dignidades públicas que ha ocupado: Presidente de la Junta Parroquial de Flavio Alfaro, concejal del Cantón Chone, cuando Flavio Alfaro era parroquia de este cantón; vicepresidente del Concejo Municipal de Chone; primer presidente municipal del Cantón Flavio Alfaro.
Logros más relevantes: haberse casado con su esposa y procrear 3 hijos
Reconocimientos públicos: en lo educativo, social, cultural y político
Viajes memorables: Estados Unidos, México y Colombia.
Nombres y apellidos de sus padres: Don Julio César Cuadros Zambrano y Doña Rosario Esther Pazmiño Álvarez.
Nombres de sus hermanos: Carmen Victoria, Judith Esther, Jacinto y Carlos.
Nombres y apellidos de su esposa: Doña Guadalupe del Carmen Romo Proaño
Nombres, edades y formación académica de sus hijos: María Beatriz, 50 años, bachiller, casada con René García Alvarado (+), 2 hijos: Elizabeth de 30 años y Josué de 14 años, 1 nieto: Leandro Izquierdo García de 2 años. Guadalupe del Rosario, 48 años, Secretaria Ejecutiva, licenciada en Administración Educativa, segundo idioma: Inglés, casada con Carlos Enrique Alcívar; y John Fernando, 44 años, estudió hasta el 4to. Año de Administración de Empresas, casado con Lugina Alcívar, 2 hijos: Ana Gabriela de 20 años y John Fernando de 16 años.
Amigos más cercanos: Su yerno René García Alvarado (+), José Loor, Rodrigo Borja, Richard Guillén, Marco Landázuri, Luis Andrade Quiñónez, Enrique Delgado Coppiano, su suegro Luis Romo Dávila.
Sigue afiliado a Izquierda Democrática.
Su comida favorita es la casera y sencilla, como el caldo de plátano y de yuca.
MANTA, 18 de septiembre de 2017.
Exelente Personaje.Amigo Leal.Persona Integra Luchadora. SOLIDARIA MUY ALEGRE. BROMISTA A SU ESTILO TODO UN SEÑOR.UN HOMBRE CON H MAYUSCULA. MI RESPETO. SALUDOS FLAVIO ALFARO
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