Vea usted lo que hace el Cuerpo de Bomberos de Chone para evitar que el público adquiera y use juegos pirotécnicos; o, cuando menos, para que si los utiliza sea con el máximo cuidado.

Las explosiones de juegos pirotécnicos almacenados son bastantes frecuentes en el mundo, muchas veces con saldos trágicos de muertes humanas y de animalitos domésticos, heridos graves y enormes pérdidas económicas.

Y no son pocos los casos en que niños, jóvenes y adultos resultaron malheridos a causa de manipular uno de esos juegos. Muchos han perdido un ojo, el dedo de una mano u otra parte del cuerpo.

El asunto es que los juegos pirotécnicos, muy utilizados para crear abundante ruido en las celebraciones -triunfos deportivos, aniversarios institucionales, conmemoración de fechas cívicas, Navidad, año nuevo, etc.-, son esencialmente explosivos que se activan con el calor y el fuego, porque están hechos de componentes químicos de alta combustión y efecto contaminante.

Así es que, hallándose próxima la celebración por la Navidad y el año nuevo, el Cuerpo de Bomberos de Chone ha querido curarse en salud y ha emprendido una campaña de advertencia pública sobre las consecuencias tristes que puede acarrear el mal uso de esos juegos.

Su primer jefe, Guillermo Rodríguez, dijo con énfasis que el mayor peligro se cierne sobre los niños y los jóvenes, cuyo ímpetu por la diversión les lleva a ignorar los riesgos y manipulan descuidadamente la pirotecnia.

Recordó que, por lo general, es en el mes de diciembre cuando el Cuerpo de Bomberos atiende más emergencias provocadas por el uso indiscriminado e indebido de los juegos pirotécnicos.

Según datos históricos recogidos por los bomberos, las explosiones graves han ocurrido por el almacenamiento inseguro de aquellos juegos. Los comerciantes esconden los explosivos para comercializarlos ilegalmente; y, otros, aun contando con el permiso de autoridad competente para venderlos, descuidan las prevenciones de seguridad.

Pero además venden los explosivos directamente a menores de edad; y, cuando son comprados por adultos, no les advierten de las consecuencias trágicas y penales al permitir que sean usados por niños y adolescentes.

De ahí que resulta común ver cómo, en las afueras de los centros educativos, venden libremente petardos, diablillos, chifletes, estrellas y otros explosivos recreacionales pero peligrosos, como lo denunció el sargento Manuel Murillo, inspector del departamento de Prevención de Incendios de los bomberos.

Murillo anunció que la campaña contra el uso inseguro de los explosivos inicia el próximo lunes 20 de noviembre y se extenderá por diez días consecutivos hasta el jueves 30 del mismo mes. Los bomberos llevarán su advertencia a cada uno de los establecimientos educativos de la ciudad. “Tenemos todo listo y con la debida  autorización del Distrito de Educación 13D07 (Chone y Flavio Alfaro)”, señaló el bombero.

FUENTE: GAD municipal de Chone, mediante boletín informativo y fotos con firma del periodista Carlos Caicedo Dueñas.
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