Según las inspecciones del Distrito de Salud 13D02 (Manta, Jaramijó y Montecristi), algunos bares que sirven a la población de unidades educativas de Manta incumplen las reglas de sanidad, funcionando en ambientes inadecuados y vendiendo a los estudiantes productos alimenticios recargados de azúcar.
Pese a que en inspecciones anteriores hubo llamados de atención por esta causa y se advirtió a los propietarios y administradores de esos bares que su incumplimiento podría ocasionarles multas y hasta la clausura de sus ventas, la inobservancia de la regla se mantiene y, en ciertos casos, ha empeorado.
Lo extraño de esta situación es el consentimiento de quienes dirigen los planteles educativos, cuyas competencias de responsabilidad y orientación deberían inducirles a ejercer un control riguroso y constante, persuadiendo a la gestión de cada bar a fin de que cumplan la normativa legal y cuiden la salud de los niños y jóvenes consumidores. Pues los bares funcionan dentro de los recintos escolares.

Transcurridas las primeras semanas del año lectivo en la región Costa, el personal autorizado del Distrito de Salud 13D02 inició las supervisiones en los bares escolares, encontrando las primeras anomalías como es la venta de alimentos con alto contenido de azúcar en jugos industriales, galletas y gelatinas.
En el Distrito de Salud dicen que la supervisión durante el presente año solo es la continuidad de un trabajo que se viene realizando desde hace ya muchos años precedentes, por lo que la normativa no es nueva ni desconocida para quienes gestionan los bares, ni tampoco para los directivos de los planteles educacionales.
Ángel Villigua, especialista de la Unidad Distrital de Promoción de la Salud, explica que la supervisión está sustentada en el “Acuerdo Interministerial Nº 0005-14, vigente desde el 2014”.
El distrito de la sanidad informa que, en lo que va del presente mes de julio/2018, se han realizado nuevas visitas y el escenario no ha sido distinto al de años anteriores. Por lo pronto encontraron que los bares de dos unidades educativas del Cantón Manta expendían galletas, helados y cereales con alto contenido de azúcar, a pesar de que esto se revela claramente en las etiquetas y envolturas de los propios alimentos.

Acerca de la estructura física que ocupan los bares -parámetro que también es calificado según las características: ya sea punto de expendio, bar simple o bar comedor-, tampoco existen resultados favorables. “Observamos que laboran como bar simple, cuando apenas cumplen físicamente con ser un punto de expendio”, se quejó Villigua.
Este funcionario de la salud pública también señala que durante la supervisión reciente encontraron productos alimenticios reposando en el suelo, lo que está prohibido. “El Comité Interno de Bares Escolares, que tiene cada institución educativa, también debe hacer seguimiento y garantizar que la normativa se cumpla”, reclamó Villigua.
A día de hoy, las autoridades de la sanidad pública dejarán pasar un mes para una próxima evaluación y así conocer si se hicieron los cambios recomendados, entre estos el retiro de los alimentos sobrecargados de azúcar. Si esto no se ha cumplido, se levantará un primer informe para que sea el Distrito de Educación el que tome las medidas pertinentes.
Entretanto, la próxima semana (16-20 de julio/2018) iniciará el monitoreo en los establecimientos educativos del Cantón Montecristi.