La experiencia estudiantil de Jacinto, joven odontólogo chonense, contada en la fiesta familiar por su grado.
La historia de Jacinto Exipión Zambrano Manzaba es parecida a la de muchos otros jóvenes ecuatorianos que escogieron una universidad pública para formarse como médicos: grandes esfuerzos y privaciones de ellos mismos y de sus padres para costear y completar la carrera estudiantil, y luego alistarse en el Ministerio de Salud para iniciarse como profesionales dando cumplimiento a la obligación legal de servir durante un año entero a la población de algún lugar rural del país, que puede hallarse cercano a su domicilio o muy remoto. A Jacinto le tocó bien lejos de su hogar, en la Parroquia Dayuma del Cantón Orellana, en la provincia amazónica de igual nombre.
Y al igual que lo han hecho muchos de esa promisoria colectividad de profesionales en ciernes, al obtener su título universitario de odontólogo -en su caso por la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), campus matriz en la ciudad de Manta-, Jacinto reunió a sus familiares y amistades más allegadas, y con un acto festivo celebró la culminación exitosa de su carrera estudiantil de tercer nivel y el principio de su ejercicio profesional.

Fue este, naturalmente, un acontecimiento de orgullo y regocijo, en el que el anfitrión reveló pistas de su futuro y los invitados lo elogiaron por el triunfo académico, augurándole una carrera profesional sobresaliente y satisfactoria. Tuvo lugar en la residencia familiar del graduado, en la ciudad de Chone, durante la noche del sábado 24 de agosto del 2019.

La terraza de la vivienda fue engalanada para la ocasión, permitiendo el confort de los concurrentes y el protagonismo del celebrante, quien expresó: “Me siento verdaderamente feliz por compartir este logro junto a ustedes: mi gran familia, padrinos, docentes y amigos”.





Antes había confesado: “Algunas personas me dieron la espalda, pero muchas otras me dieron la mano con una ayuda, un consejo… Y así recorrí caminos planos, cálidos y frescos; caminos montañosos y rocosos; caminos áridos y soleados… Y fui capaz de surgir y llegar a la meta propuesta”.
Es que no resulta fácil para alguien de familia sencilla, sin padrinazgos altamente relacionados y poderosos, abrirse paso en un mundo académico jerarquizado y elitista, donde priman el “bien parecido” y las “palancas” influyentes, que hacen preciso luchar constantemente contra la segregación y el compadrazgo. La familia de Jacinto, si bien decente y apreciada en su medio, proviene del campo y ha debido esforzarse sin desmayo para prosperar y ocupar un espacio digno en la sociedad urbana de Chone.








En la parte final de su discurso hizo esta dedicatoria: “A mis padres: el abogado Ángel Exipión Zambrano Risco y la magister Letty Beatriz Manzaba Intriago, por todo el apoyo brindado (…) y que ha resultado sumamente valioso. Por su confianza, motivación y afecto; por sus buenos consejos y ayuda incondicional, que con tanto amor, sacrificio y esfuerzo diario supieron brindarme el sustento económico indispensable en un proceso de 6 años de preparación profesional y también personal, lo que ha contribuido a la consecución de este logro. Sin ustedes, nada de esto hubiese sido posible.”
La reunión fue animada musicalmente por Anthony Barberán, el “ranchero romántico y cumbianbero” de Chone, que con buen canto y ocurrencias sabe motivar a su audiencia y hacerla interactuar gozosamente. Y, al final, después de brindar con champaña y un guiso suculento, surgió espontáneo un ambiente distendido y de gran confianza, aprovechado para activar el karaoke y atizar el baile que se extendió hasta el amanecer.
Para Matha Paulina Villarreal, Juan Carlos Troya Villarreal y Mateo Toapanta Troya, es de gran relevancia haber sido considerados como invitados a una celebración única, íntima y muy relevante de usted Doctor Exipión Zambrano Manzaba. Fue una gran oportunidad para conocer su ciudad , a su digna familia y compartir también con familiares nuestros este gran acontecimiento; pedimos a Dios por su nuevo rumbo, recuerde el ser profesional se fundamenta en objetividad, responsabilidad, puntualidad y justicia .
Felicidades.
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