La ciudad de Manta (Ecuador), donde se edita REVISTA DE MANABÍ, amaneció hoy con sus calles semivacías a consecuencia del paro nacional de transportes en rechazo a las duras medidas económicas decretadas por el Gobierno, de las cuales la supresión del subsidio a los combustibles golpea más directa y contundentemente al bolsillo de los ecuatorianos.

Durante esta mañana no hay servicio de transporte colectivo urbano, ni intercantonal y tampoco interprovincial. Las vías están interrumpidas con numerosos taxis atravesados en cada una de ellas. Dentro de la ciudad, los redondeles distribuidores del tránsito también han sido bloqueados por los taxistas. Los empleados de todos los sectores han tenido que caminar o valerse de terceros con automóvil o motocicleta propios, o simplemente dejar de ir al sitio del trabajo.

El “paquetazo” económico adoptado por el Gobierno ecuatoriano significa un incremento de casi el ciento por ciento del precio de la gasolina extra y ecopaís, y también del diésel. Hay otras medidas que, sin embargo, antes deben ser aprobadas por la Asamblea Nacional de la República, como la reducción de 30 a 15 días las vacaciones anuales de los servidores públicos.

Redondel El Paraíso, Parroquia Los Esteros./Foto cortesía de Mariuxi Joza Risco.

El Gobierno justifica esas medidas ante la necesidad de dinero para cubrir sus propios gastos operativos y de inversión pública. Y, en cierto modo, a las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para socorrerle con préstamos urgentes para paliar la crisis fiscal.

Mucha gente de a pie, en Manta, considera que detrás del “paquetazo” están los muy conocidos líderes políticos Jaime Nebot, Guillermo Lasso, Abdalá Bucaram, Lucio Gutiérrez y otros, y que el presidente Lenín Moreno Garcés solo es un títere de ellos. En ese contexto les resulta inevitable contrastar cómo vivían durante el ejercicio presidencial de Rafael Correa, y en el presente bajo el mandato de Moreno. Un taxista lo resumió así: “En la época de Correa nos sobraban las carreras y vivíamos a gusto; hoy, en cambio, debemos alargar nuestra jornada diaria de trabajo y apenas conseguimos para subsistir”.

Así las cosas, y mirando hacia el futuro inmediato, se puede colegir que los actuales precandidatos a presidente de la República en 2021 estarían descartados por los electores, mientras crece la intención de voto por una vuelta de Rafael Correa o por uno de su grupo que lo represente.

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