La Dirección Municipal de Tránsito (DMT) de Manta (Ecuador), se ha propuesto crear conciencia de responsabilidad en quienes conducen vehículos por las vías del cantón, antes de empezar a multar por infringir las normas de tránsito.
Durante todo el mes de agosto en curso desplegará una campaña de instrucción vial preventiva, de boca en boca, en las vías, a las personas que al conducir son sorprendidas incumpliendo las reglas.
Primero las inducen a detener la marcha del vehículo, estacionarse a un lado de la vía y reconocer que acaban de cometer una falta en presencia de un agente de tránsito. Y, seguidamente, les advierten que, por esta vez, solo son amonestadas con el llamado de atención; pero que, desde septiembre próximo, toda infracción será sancionada con la multa y la penalización judicial correspondiente.
La campaña tiene un nombre simbólico: “Cero excusas”, porque los agentes de tránsito han encontrado que toda persona que conduce un vehículo y comete una falta, siempre aduce una excusa o pretexto para justificarse. Por ejemplo: “está dañado el cinturón de seguridad”, “me estorba”, “recién salí a comer”, “tengo una operación”, “no vi el rojo”. Pero desde septiembre no habrá excusa que valga.

Durante estas jornadas de vigilancia e instrucción, las contravenciones encontradas con más frecuentes son la no utilización del cinturón de seguridad, pasarse el semáforo en rojo y conducir a exceso de velocidad.
“El mensaje esta vez fue ‘Cero excusas’ para tener un impacto en conductores y pasajeros. Hay justificaciones que no tienen nada que ver con la seguridad vial. Deben tener más conciencia y conducir a la defensiva”, advirtió Rommel Valdez, encargado de esta actividad a cargo del Área de Educación y Seguridad Vial de la DMT.
La misión, dijo, es evitar accidentes en las vías y salvaguardar la vida de los ciudadanos. Las jornadas de instrucción y advertencia, que forman parte de un programa vial permanente, se desplegarán durante todo el presente mes de agosto, en puntos viales donde el tránsito se torna crítico en ciertas horas del día y de la noche.
Durante estos operativos de conciencia se utilizan equipos electrónicos para medir la velocidad, detectando así una de las faltas más habituales y otras que se perciben al examinar las condiciones del vehículo y el comportamiento de la persona infractora. A esta, sin embargo, durante agosto solo se le hace un llamado de atención.