“Es importante recordar la importancia de la Agricultura Familiar Campesina en Ecuador, viviendo y produciendo sobre cuatro millones quinientas mil hectáreas (4’500.000 has.), hoy por hoy carente de servicios de salud, falta de créditos productivos y plan de comercialización.”
Este contenido es parte de REVISTA DE MANABÍ
Escrito por Pedro Pablo Jijón Ochoa *
Lo que preveíamos años atrás, está sucediendo en los países de Hispanoamérica: crisis financiera, crisis sanitaria, crisis social y una galopante corrupción institucionalizada que golpea fuertemente al pequeño y mediano productor agropecuario, generadores de soberanía alimentaria y de materias primas agroexportables.
Inocultable falta de regularización de precios de insumos agropecuarios, irrespeto vergonzoso de precios mínimos de sustentación de cosechas, incontrolable acción de la intermediación, la expansión de monocultivos como arroz y maíz; y, la peor lacra: los falsos dirigentes agrícolas, que extorsionan a las autoridades como modo de vida.
Es importante recordar la importancia de la Agricultura Familiar Campesina en Ecuador, viviendo y produciendo sobre cuatro millones quinientas mil hectáreas (4’500.000 has.), hoy por hoy carente de servicios de salud, falta de créditos productivos y plan de comercialización.
Considero -es mi criterio- que ya debemos utilizar conceptos como Economía Familiar Campesina por su aporte al sistema productivo. Cito, como ejemplo, el trabajo de la familia campesina que aporta con el 60 % de la producción de alimentos variados, 80 % de empleo directo, 42 % de puestos de trabajo, 4 % del PIB (Fuente: MAG); es decir, en la Familia Campesina tenemos un importante sector productivo económico que se puede potenciar de manera exponencial. Otro concepto que debemos manejar es Agricultura Urbana, tema de próximo artículo.
Lo dicho en anteriores párrafos nos lleva a retomar la idea e implementar proyectos de fincas Integrales Autosuficientes (FIA), como unidad de producción de la Familia Campesina y eje de la Economía Agrícola.
En las fincas Integrales Autosuficientes (FIA), a más de poder desarrollarse en pequeños espacios, se puede diversificar cultivos y crianza de especies menores para consumo familiar, venta en mercados locales y agregación de valor de materias primas; son un excelente ejercicio para desarrollar Economía Circular.
El manejo de especies menores, como gallinas, ovejas, cabras, etc., en las FIA aportan con proteína sana de carne y huevos; agregación de valor, como quesos de leche de cabras, de gran valor comercial. Además, la transformación de desechos orgánicos, como restos de cosechas y estiércoles, mediante compostaje convertido en abono orgánico para la misma FIA y para la venta.
Otros beneficios son el cuidado del medio ambiente, mejora de la economía de la región donde se desarrollen FIA, mejora de la salud física y ocupacional de habitantes.
Es el momento del Agro, de liberarse de las transnacionales, alimentarse sano y vivir dignamente.
* Pedro Pablo Jijón Ochoa reside en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, desde donde remite sus opiniones. Es ingeniero comercial y director ejecutivo de ASESORAP (Asesoría a Organizaciones Agrícolas Productivas): asesorapecuador@gmail.com
Centenario del Cantón Manta (1922 -Nov. 04- 2022).