A propósito del Día Mundial del Riñón, que se conmemora el segundo jueves de marzo, este año con la proclama de «¡Prepararse para lo inesperado apoyando a los vulnerables!»

Este contenido es parte de REVISTA DE MANABÍ

El segundo jueves de marzo, cada año, se conmemora el Día Mundial del Riñón con una campaña de concientización global para evidenciar la importancia de ese órgano del cuerpo humano.

En todo el mundo, cientos de eventos se llevan a cabo para promover comportamientos preventivos, conocer factores de riesgo y saber cómo vivir con la enfermedad renal. 

El lema del 2023, «¡Prepararse para lo inesperado apoyando a los vulnerables!», destaca la importancia de dar una respuesta rápida a las crisis que afectan significativamente a las personas en riesgo, como los pacientes renales cuya atención puede verse comprometida durante catástrofes naturales, emergencias sanitarias, guerras, entre otros acontecimientos imprevisibles.

En este marco es importante recordar que los pacientes con enfermedad renal crónica no deben pausar su tratamiento bajo ninguna circunstancia; caso contrario su salud se verá deteriorada rápidamente y ponen en riesgo su vida.

La detección temprana es crucial

La mayoría de personas en las primeras etapas de una Enfermedad Renal Crónica (ERC) no son diagnosticadas. Por esto es importante verificar si se está en riesgo de padecer una enfermedad renal; y, en caso de presentar cualquier factor de riesgo, es importante realizarse una prueba simple de función renal.

La enfermedad renal, por lo general, progresa en silencio; a menudo, destruyendo la mayor parte de la función de los riñones antes de causar algún síntoma. La detección temprana de la enfermedad renal es crucial, porque permite un tratamiento adecuado antes de que el daño o deterioro orgánico se manifieste a través de otras complicaciones.

Se realizan pruebas simples de laboratorio: con pequeñas muestras de sangre para medir el contenido de creatinina y estimar la tasa de filtración glomerular; y, con orina, para medir la excreción de creatinina y albúmina.

Sala de hemodiálisis en un centro de Fresenius Medical Care Ecuador. / FOTO: FMC / Anggie Gaona

Sin cura, pero tratable

No existe una cura para la enfermedad renal crónica, aunque el tratamiento puede retrasar o detener la progresión de la enfermedad y puede prevenir el desarrollo de otras afecciones graves.

Las opciones de terapia renal, son: el trasplante, la diálisis peritoneal y la hemodiálisis.

Para no olvidar

La enfermedad renal crónica temprana no presenta signos ni síntomas, tampoco desaparece; pero se puede tratar. 

Cuanto antes sepa que la tiene, mayores serán sus posibilidades de recibir un tratamiento eficaz. Los análisis de sangre y orina se utilizan para comprobar si hay enfermedad renal.

La enfermedad renal puede progresar a enfermedad renal crónica.

Las ocho reglas de oro contra la enfermedad

  • Actividad física frecuente para estar en buena forma.
  • Control regular de los niveles de glucosa en la sangre.
  • Monitorear la presión arterial.
  • Comer saludablemente y mantener el peso bajo control.
  • Ingerir líquidos saludables.
  • NO fumar.
  • NO auto medicarse.
  • Chequear si su función renal tiene uno o más factores de alto riesgo.

FUENTE: Boletín para medios, más fotos, colaboración de Fresenius Medical Care del Ecuador. Remitidos a través de la relacionista pública Anggie Gaona.

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