Una artista plástica de Portoviejo (Manabí, Ecuador) propone que los honores, conferidos a próceres hombres, tengan una equivalencia para mujeres que igualmente aportaron en su momento al proceso cultural-político de creación y consolidación de la República del Ecuador.
Este contenido es parte de REVISTA DE MANABÍ
La artista portovejense, Marcela Barreiro Moreira, acaba de ganar el primer premio de la exposición pictórica “Mujeres en acción”, mostrada en el Salón de la Mujer 2023 de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo de Guayas (CCE-G).
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La obra de Marcela se intitula “Imaginarios urbanos” y es una propuesta social para que las mujeres ecuatorianas destacadas en el pasado, que también contribuyeron grandemente con el surgimiento y desarrollo del país, sean reconocidas y honradas como sus pares hombres.
Dicha exposición de arte pictórico permanecerá abierta hasta el 10 de abril del año en curso, de lunes a viernes y de 09h00 a 17h00 (Los días sábado, de 09h00 a 13h00). Se halla en el Museo Manuel Rendón Seminario de la CCE-G, situada ésta en la intersección de la Avenida 9 de Octubre con la Calle Pedro Moncayo.
La propuesta
La mayoría de los monumentos, en las distintas ciudades del Ecuador, tienen que ver con personajes relevantes de la historia del país, en su mayoría hombres. Se propone en esta serie sus equivalentes contemporáneos, pero mujeres igual de relevantes, con el fin de cuestionarnos por qué en estas representaciones la presencia de las mujeres con nombres y apellidos es casi nula a pesar de su participación activa en dichos procesos.
Sabiendo que los procesos históricos no son de una sola persona (como suelen ser materializados en los monumentos), sino de un grupo de personas, de todas formas la representatividad sí se considera relevante con el fin de que las niñas y adolescentes accedan a referentes a través, en este caso, de los monumentos.
La propuesta es, entonces, un ejercicio imaginario para mantenernos en la pregunta sobre la falta de representatividad de las mujeres en el paisaje urbano ecuatoriano, habiendo ellas accionado dentro de nuestra sociedad.
A continuación se detalla la propuesta de equivalencia honorífica entre hombres y mujeres que hicieron historia para el nacimiento y desarrollo de la República del Ecuador.
Pacha Duchicela, por Rumiñahui


Pacha Duchicela es el “equivalente” a Rumiñahui (El monumento original de Rumiñahui se encuentra en la ciudad de Sangolquí, en el cantón Rumiñahui). Algo particular de este monumento es que fue elaborado por el artista Oswaldo Guayasamín; tiene una altura de aproximadamente 12 metros, lo cual lo hace imponente.
Por un lado, Rumiñahui fue un general inca hijo de Huayna Capac, hermano de Atahualpa; se le atribuye que escondió parte del oro del rescate de su hermano Atahualpa cuando este último se encontraba en Cajamarca. Rumiñahui vivió entre los años 1490 y 1535.
Por otro lado, Pacha Duchicela fue una lideresa puruhá, heredera de Cacha Duchicela, quien tuvo que casarse de manera estratégica con Huayna Capac y tuvieron su hijo Atahualpa (medio hermano de Rumiñahui). Se data que vivió entre los años 1487-1525.
Manuela Sáenz y María Remedios, por Bolívar y San Martín


Un monumento muy conocido en la ciudad de Guayaquil, ubicado en el Malecón 2000, es el “Hemiciclo de la Rotonda” donde Simón Bolívar y José de San Martín se dan la mano, en alusión a una entrevista que mantuvieron en Guayaquil para acordar la independencia de la ciudad.
En la propuesta se dan la mano Manuela Sáenz y María Remedios, quienes fueron de lo que hoy se conoce como la representación de Ecuador y Argentina, respectivamente, figuras claves de los procesos independentistas en Sudamérica.
Manuela Espejo, por su hermano Eugenio


El monumento a Eugenio Espejo está ubicado en la Plaza 24 de Mayo de la ciudad de Quito. Espejo fue un destacado escritor y crítico de la Colonia, quien vivió entre 1747-1795. Mientras tanto en la propuesta se pinta a su hermana, Manuela Espejo (1753-1829), periodista y figura clave en los procesos de independencia del país.
Manuela Garaicoa, por su hijo Abdón Calderón


El monumento de Abdón Calderón, conocido como “el héroe niño”, está ubicado en el parque del mismo nombre de la ciudad de Cuenca. Abdón Calderón nació en 1804 y probablemente murió en 1822; su importancia en la historia del Ecuador radica en que peleó y murió muy joven en la Batalla del Pichincha para alcanzar nuestra independencia; se dice que en ese batallar nunca soltó la bandera que portaba.
Como su equivalente femenino se propone representar a Manuela Garaicoa (1784-1867), la madre de Abdón Calderón, quien fue figura clave en el proceso independentista del país, inclusive después de la muerte de su hijo. Garaicoa compartía correspondencia con Simón Bolívar para desarrollar estrategias independentistas y apoyaba en las labores de sastrería para el ejército.
Manuela León, por García Moreno


El monumento al expresidente del Ecuador, Gabriel García Moreno (1821-1875), está ubicado en la ciudad de Guayaquil, al frente de lo que en algún momento fue su domicilio natal. En la propuesta pictórica se decide reemplazar la imagen de este monumento por la de Manuela León (1844-1872), conocida como “la rebelde”, lideresa que participó en las protestas de los pueblos y nacionalidades del Ecuador, por la opresión histórica que han sufrido. León fue muerta mediante balas de fusil durante el Gobierno que presidió García Moreno, por enfrentarse a este.
Cinco mujeres como un puño


El monumento “Cinco como un puño” se halla en la ciudad de Guayaquil y sus figuras representan a Enrique Gil Gilbert, José de la Cuadra, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diezcanseco y Joaquín Gallegos Lara. La frase se atribuye a Enrique Gil Gilbert, quien indicó que “Éramos cinco como un puño” para referirse al conocido grupo literario denominado “Grupo de Guayaquil”, comprometidos a través de sus propuestas literarias con las causas sociales.
En la propuesta artística se representa a Eugenia Viteri, Yela Lofredo, Nela Martínez, Velia Márquez y Alba Calderón, relacionadas de uno u otro modo con los mencionados literatos, ya sea por ser pareja sentimental, frecuentarse en distintos encuentros literarios y por tener un trabajo, igual de relevante, en la misma época en el campo literario y artístico.
Fragua de Vulcano


El monumento a la “Fragua de Vulcano”, ubicado en la ciudad de Guayaquil, muestra a José Joaquín de Olmedo liderando una reunión con figuras representativas del proceso independentista. Las personas a las que representa el monumento, son: Luis Urdaneta, León de Febres Cordero, José de Villamil, José de Antepara, Miguel de Letamendi, Gregorio Escobedo, Antonio Elizalde, Luis Fernando Vivero, Lorenzo de Garaycoa, Rafael Ximena y Francisco de Paula Lavayen.
Lo que propone “Imaginarios urbanos” es la representación de mujeres relevantes en distintos gestos de emancipación, inclusive previos a la independencia.
Es así que, en la posición del monumento original donde lidera Olmedo, se colocan 4 mujeres precursoras del proceso, como lo son las hermanas Manuela y Baltazara Chuiza, lideresas de pueblos y nacionalidades del Ecuador, que fueron asesinadas por oponerse a los abusos de la Colonia española; María Chiquinquirá, defensora de los derechos de los pueblos afro-ecuatorianos, que sufrió un proceso de esclavitud pero batalló ante la ley para vivir como “libre”; por último, dentro de las cuatro lideresas está Lorenza Avemañay, o Abimañay, que -junto a 10.000 personas- participó y se enfrentó a la Corona española, en el año de 1803, en lo que ahora es la ciudad de Riobamba, en contra de la tributación.
El resto de representaciones equivalen a mujeres que participaron del proceso independentista de manera representativa, como lo son Rosa Campuzano, Rosa Zárate, Manuela Espejo, Manuela Sáenz, Manuela Cañizares, Baltazara Terán, Isabel de Morlás, Ana Garaicoa, Antonia León y Manuela Garaicoa.
Fundamentos de la propuesta pictórica
Las mujeres mencionadas en este documento han participado, desde diferentes aristas, para sostener procesos sociales que alcanzaron grandes gestas históricas. Ya sea desde alianzas políticas que implican un matrimonio, actividades de cuidado en los procesos emancipadores, articular y liderar estrategias políticas, e inclusive poner el cuerpo en campos de batalla para conseguir derechos colectivos.
Sin embargo, sus representaciones monumentales han sido casi nulas; y pareciera que empiezan a visibilizarse en épocas actuales a partir del trabajo de distintos colectivos, usualmente de mujeres, y empiezan a tener representación dentro de los imaginarios urbanos.
Esta propuesta, además, conlleva algunas reflexiones que surgieron a partir del proceso de investigación creativa. Una de ellas es que los procesos de lucha social son colectivos en cualquiera de sus campos, no de una sola figura. Sin embargo, la representatividad se considera importante, de modo que las niñas y adolescentes tengan referentes desde una mirada diversa.
Otra reflexión, dentro de este proceso, es que las mujeres de las cuales se puede obtener información, aunque no con la misma dimensión de otras figuras sociales masculinas, son en ocasiones de un nivel social medio o alto, de territorios con mayor densidad poblacional y/o blanco-mestizas.
Es por ello que se considera importante, en esta propuesta, trabajar por la representatividad; además de un enfoque de género, de clase, territorio y representación racial, en el caso de la “Fragua de Vulcano” se intenta reconocer el trabajo precedente de las mujeres de pueblos y nacionalidades que pusieron su cuerpo y pelearon con argumentos para liberarse de las opresiones previas a la independencia, o ante gobiernos represivos. Por ello se las pone como las que lideran el encuentro, reconociendo el trabajo que realizaron previo a la independencia como tal.
Finalmente, reiterar que esta propuesta nace del encuentro recurrente en los imaginarios urbanos del país, con representaciones masculinas de personajes relevantes y representaciones femeninas que hacen alusión a ideas como “la madre”, “la libertad”, y que no tienen nombre y apellido ni una socialización de la participación en los procesos relevantes de la historia del país.
La idea de esta propuesta ha sido cuestionada a medida que avanzaba la investigación, por las reflexiones indicadas anteriormente, al encontrar principalmente solo mujeres de las esferas medias y altas. De allí, la idea se fue transformando, por la necesidad de construir y reconstruir imaginarios desde una mirada plural, reconociendo el accionar de las mujeres desde distintos espacios sociales.
CRÉDITOS: Marcela Barreiro Moreira (Portoviejo, Ecuador) es autora de los cuadros, textos y fotos de la propuesta pictórica “Imaginarios urbanos” 2023. Las dimensiones de cada una de sus pinturas, son: 21 x 27 cm, realizadas con la técnica de acrílico sobre cartulina.