La humanidad atraviesa un momento de gran crispación social, en el que las ideas de unos resultan agravantes para otros, desencadenando así una disputa hiriente que trasciende, muy particularmente, por las apabullantes redes sociales comunicadas a través de Internet.

Y estas disputas agresivas dimanan de todos los sectores de la sociedad global, cada lado tratando de imponer sus razones y anular las contrarias.

Esto es lo que actualmente percibimos que sucede adentro del Ecuador, en todos los ámbitos de la vida cotidiana, pero de modo más frenético y caldeado en el ámbito político. Y los problemas colectivos, cuya solución justificaría las disputas, se mantienen intocados o, peor, agravados.

Parece que cada quien trata de hacer daño al oponente, con razón o sin ella, para verlo mancillado y hundido, y de esta situación aprovecharse el agraviante para él salir más fortalecido y airoso. Presunción errónea y canallesca.

Pregunto: ¿no será tiempo de tomarse la vida con más calma? El mundo es maravilloso, la existencia humana magnífica; pero cada individuo ha de poner su parte para vivir de manera cordial, con decencia y dignidad satisfactorias, sin ambiciones desmedidas que llevan al apuro atropellado causante del malestar.

José Risco Intriago, fundador-director de REVISTA DE MANABÍ.

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