Los tanques para almacenar gases en fase líquida, que antes eran importados, ahora son fabricados en Quito.
Esas estructuras son recipientes a presión utilizados en la prestación de cualquier servicio industrial y doméstico, tanto en el sector privado cuanto en el sector público, para almacenar Gas Licuado del Petróleo (GLP), una mezcla de gases que en su mayoría están compuestos por Butano (aproximadamente un 30 %) y Propano (aproximadamente un 70 %).
Dichos gases se obtienen del proceso de refinar el petróleo y de los procesos de separación del gas asociado que utilizan las cocinas domésticas, las fábricas para sus equipos de calderos, y, en general, la calefacción, las neveras, lavadoras, chimeneas, los hornos, etc.
En los primeros meses del 2022, el GLP fue el segundo combustible más importante para Ecuador en términos de despacho, y continúa representando un gran porcentaje de ganancias, aumentando un 3 % frente al 2021, con 4,87 millones de barriles equivalentes. Su producción nacional va en aumento, generando uno de los mayores ingresos para la economía del país.
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La construcción de tanques almacenadores
Entre las empresas comercializadoras de este producto destaca ENI del Ecuador, la cual ha puesto a prueba las capacidades de la industria metalmecánica ecuatoriana, confiándole el diseño y la construcción de grandes tanques estacionarios para almacenar GLP.
Esos recipientes de almacenamiento deben ser diseñados por un equipo de ingeniería especializado y construidos con una gran capacidad de infraestructura, por lo que, hasta hace poco, eran totalmente importados; pero actualmente son fabricados por la industria ecuatoriana.
“Aunque constituye todo un reto, en el país sí existe la experiencia y capacidad para elaborar” esos tanques, reconoce Oscar Araujo, coordinador de la constructora ecuatoriana Sedemi, empresa con más de 45 años de trayectoria y que hoy es la encargada de proveer aquellas estructuras a ENI del Ecuador.
“ENI es, sin duda, el gran paso que el Ecuador necesita para dirigir proyectos a gran escala, que permitan el desarrollo de la industria (metalmecánica) petrolera”, recalca Araujo, quien es parte del equipo que lidera la construcción de dos tanques estacionarios de 3,4 metros de diámetro, 21 metros de longitud, con una capacidad de almacenamiento de 200 metros cúbicos (104.000 a 112.000 Kg de GLP) y 55 toneladas de peso cada uno, con cabezas semiesféricas de 3,4 metros de diámetro.
Se necesitarán alrededor de 60 personas para el diseño y la construcción de este proyecto, que se planifica culminará en tan solo 9 meses, siendo diseñado por ingenieros de gran experiencia y construido dentro de la planta de Sedemi en Sangolquí, para luego ser trasladados a su lugar de cimentación en Pifo y San Isidro.
Todo eso implica una cadena de logística extraordinaria, de alta seguridad, procesos certificados para evitar impacto ambiental negativo, y, sobre todo, cumpliendo con las normas necesarias que aseguren la protección de los trabajadores y la propiedad.
“Para nosotros, todos los retos son oportunidades para demostrar el talento de ingenieros ecuatorianos y la mano de obra que existe en el país, no solo enriqueciendo el desarrollo de la industria petrolera, sino también abriendo puertas a grandes proyectos que se pueden hacer en el Ecuador”, comentó Esteban Proaño, presidente del Grupo Corporativo Sedemi
AGENCIA INFORMATIVA: Effective (Quito, Ecuador), mediante boletín y foto enviados con firma de Eileen Guerra.