Las siete (7) preguntas fueron el resultado de una amplia convocatoria que desde la Presidencia de la República se hizo a toda la ciudadanía. Cientos de organizaciones y actores políticos y sociales se hicieron presente con sus propuestas de preguntas (más de 700 actores). Sus posiciones, opiniones y pareceres englobaron más de 2700 preguntas, que fueron clasificadas y compendiadas hasta llegar a las siete (7) preguntas que fueron presentadas ante la Corte Constitucional.
Por lo tanto, es falso que las preguntas se le ocurrieran al presidente Moreno; y, mucho menos, que responden a los deseos de Guillermo Lasso. Esa es una mentira que se cae por su propio peso.
En estas siete (7) preguntas están plasmados los sentires que, en la coyuntura actual, se constituyen en temas muy importantes para la ciudadanía: desterrar la corrupción, evitar la concentración del poder, la participación ciudadana efectiva, la protección de nuestros niños, la lucha contra el desempleo y la protección del medio ambiente son aspiraciones del pueblo.
Las siete (7) preguntas tienen un “hilo conductor”, un “sentido común”, y es el retorno al “espíritu de Montecristi”, haciendo referencia a la Asamblea Constituyente de 2008 que dio a luz la Constitución de la República del Ecuador más vanguardista de toda América Latina y, quizás, del mundo entero.
Pero hay algo adicional: muchos de los postulados plasmados en la Constitución de Montecristi son coincidentes con el Plan de Gobierno que el Movimiento PAIS presentara ante la Función Electoral, en el año 2006, para las elecciones presidenciales del 2007, en donde ganó el presidente Rafael Correa. Hay que dejar muy en claro que el pensamiento de la Revolución Ciudadana, como proyecto político, no es el pensamiento de una sola persona sino el cúmulo de las luchas sociales que por décadas las organizaciones de base y los revolucionarios han venido reivindicando a lo largo —por lo menos— del último período democrático del Ecuador (es decir desde 1979).
La verdadera lucha política, la que trasciende, es la que se hace con la verdad. ¡El pueblo no es tonto!