Tomaba un café en días pasados en la ciudad de Quito -en una pintoresca cafetería en la Plaza Grande a un lado del Palacio de Carondelet- con dos buenos amigos, líderes agropecuarios, como son Dra. Grace Paye y don José Tomalá, fuertes dirigentes de la cuenca baja del Guayas. Analizábamos varios temas, pero el que más me llamó la atención fue lo que pasaría en los próximos 20 años en Latinoamérica y es especial en el Ecuador.

La edad promedio en el agro es de 70 años. Los jóvenes no quieren permanecer en el campo por las difíciles condiciones económicas, la intermediación cada vez más agresiva, el crecimiento demográfico, el cambio climático, el monocultivo, la desatención al sector agropecuario, entre otros puntos que sería largo enumerar. Me hicieron pensar que en 20 años, en Latinoamérica como en Ecuador, no habrá agricultura; los productores que hoy tienen 70 años, en 20 años tendrán 90 años, sin fuerzas para las duras tareas de campo. Sin jóvenes en el campo no habrá quien produzca alimentos para las ciudades, ni materias primas para la industria; tendremos que importar alimentos y materias primas de otros países.

Prevenciones a este futuro incierto hay muchas, pero en este artículo abordaremos la parte educativa. Las asignaturas del pénsum académico deberían ser analizadas y reconsideradas con enfoque de futuro, pensando en el escenario que planteamos en el párrafo anterior, pensando en que las familias se vuelvan verdaderas unidades productivas generadoras de alimentos, auto abastecedoras, emprendedoras; generadoras de bienes y servicios. Dos asignaturas dignas de estudiarse a profundidad son Agricultura Orgánica y Economía Popular Solidaria.

La Agricultura Orgánica (AO), huertos familiares orgánicos, en otros países de Latinoamérica como Cuba es de suma importancia para el autoabastecimiento e intercambio de alimentos sanos; es una especialidad académica capaz de llevar a producir desde los abonos hasta los alimentos, llegando a tener independencia y auto sustentabilidad en la producción y consumo de alimentos, además de aliviar el costo de la canasta familiar básica que en el Ecuador está en el orden de los setecientos doce dólares mensuales ($ 712,00) –Fuente: INEC (Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos).

Economía Popular Solidaria (EPS) es otra materia que deberíamos estudiar desde los años de educación primaria hasta los de universitaria. Ya en países como Brasil esta mataría es motivo de verdaderos estudios e investigación, existiendo carreras especializadas. Organizaciones sociales, grupos familiares, pueden producir bienes, agregar valor a materias primas y dar servicios a instituciones estatales o privadas bajo los postulados de EPS, logrando paliar así las cifras de desempleo (4,6 %) y subempleo (19,8 %) -Índices a Dic. 2017. Fuente: INEC.

Todos, desde líderes sociales, políticos y Estado debemos bregar por elevar el estándar socio-económico de la población, tanto rural como urbana. Una de las aristas debe ser la educación.

Escrito el 04 de marzo del 2018 por Pedro Pablo Jijón Ochoa, ingeniero comercial y asesor de organizaciones agrícolas productivas (aseseorapecuador@gmail.com).
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