Haciendo efectivo el mandato constitucional ecuatoriano de proteger a los consumidores para que no adquieran alimentos dañinos o de origen dudoso, el Gobierno nacional no solo regula los procesos de elaboración de productos, sino que también controla que estos procedan de fuentes registradas en la entidad oficial de salud y monitoreadas de manera constante para verificar la buena calidad de los bienes y que se entregan al público antes de que caduquen.
Ese control se hace a través de ARCSA, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria. Esta es manejada por personal cualificado y especialista, responsable de diseñar las políticas públicas en materia de salubridad alimentaria, así como de vigilar y controlar que se cumplan. En el caso de las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y Manabí, el trabajo de vigilancia y control es realizado por la división zonal 4 de la agencia.
Inspección en micro mercado. Inspección en bodega. Verificación en perchas.
Ahora mismo, funcionarios de la zonal mencionada realizan constantes operativos de control en tiendas de abarrotes y micro mercados, para verificar que los productos procesados que comercializan cuentan con la Notificación Sanitaria correspondiente y que su fecha de caducidad todavía no ha vencido.
“La entidad trabaja periódicamente a través de visitas” -aseguró Sergio Palomeque, coordinador zonal 4 de Arcsa- “pero todo ciudadano afectado o que conozca de la venta de artículos con fechas vencidas (caducadas), puede hacer llegar su queja a la entidad rectora a través de nuestros canales de atención o la aplicación (informática) Arcsa Móvil”.
Arcsa mantiene un cronograma de visitas durante todo el año, para garantizar que la ciudadanía acceda a productos seguros y de calidad aceptable.