Las avenidas 113 y 4 de Noviembre de la ciudad de Manta, llamadas en conjunto “par vial”, ya están mostrando la parte final de su reciente regeneración, incorporándose a sus respectivas aceras los nuevos árboles y los accesorios funcionales, propios de peatonales modernos. Entre estos hay asientos, tachos para recoger basura minúscula, y depósitos soterrados -con buzones encima de la acera- para la basura mayor depositada en fundas.
Estas vías constan entre las de mayor tránsito en la zona oriental de la ciudad, siendo indispensables para la comunicación terrestre con la vecina Montecristi y de allí con toda la parte norte de la provincia de Manabí; y, hacia el sur, con la provincia del Guayas. La Avenida 113 es la más antigua de Manta sirviendo a ese eje vial y ahora es solo unidireccional para entrar a la ciudad, mientras que la 4 de Noviembre lo es de salida.
Pero todavía quedan pendientes unas cuantas cosas más. Walter Villao, coordinador de la Unidad Municipal de Gerenciamiento del proyecto de regeneración vial, dijo que se espera del Banco Mundial su autorización para protocolizar un contrato complementario que posibilite instalar nuevas casetas de espera en las paradas de autobuses, semaforización en la Avenida 113 y la pavimentación de 2,5 kilómetros de vías transversales a la Avenida 4 de Noviembre. Todo eso costaría 1´100.000,00 dólares.

El Banco Mundial es el prestamista de los 100 millones de dólares con que el Gobierno municipal de Manta puso en práctica su proyecto de regeneración vial y el proyecto de remediación ambiental en la ciudad. Estos proyectos fueron diseñados y valuados durante el ejercicio del exalcalde Jaime Estrada Bonilla (periodo en el que el alcalde en funciones, Agustín Intriago Quijano, era concejal), pero empezaron a ejecutarse en la Administración siguiente que dirigió el exalcalde Jorge Zambrano Cedeño.
En la Avenida 4 de Noviembre se modificará el piso de cada lugar establecido como parada de autobuses, para dar seguridad a los pasajeros, tanto en el acto de abordar cuanto en el del descenso, especialmente a personas con discapacidad y a las de Tercera Edad.
Parte del colorido que lucen hoy esas dos avenidas proviene de los 615 árboles, de variadas especies, sembrados luego de los trabajos de ingeniería civil.
En las aceras se han instalado 16 casetas donde los pasajeros esperan el paso de los autobuses para abordarlos, 175 tachos para recoger el papel que los transeúntes desechen, y 22 contenedores soterrados para recoger la basura generada en viviendas y locales comerciales. Asimismo se están colocando las últimas bancas de un total de 420.
De acuerdo a lo previsto por la empresa a cargo de la regeneración y convenido con la Administración municipal, el 20 de noviembre del 2019 vence el plazo final para entregar a la ciudad esas vías totalmente regeneradas.
Las avenidas 311, 309, 298, y parte de las avenidas J10 y J, serán reasfaltadas con el contrato complementario que autorice el Banco Mundial. Estas vías forman parte del plan de movilidad interno y son necesarias para aligerar la circulación vehicular en la zona.