La industria del camarón es una de las cuatro fuentes de divisas más importantes para el Ecuador, así que es imperativo cuidarla. Y lo primero es velar para que los componentes alimenticios naturales del crustáceo no sufran deterioro en el proceso de captura, transporte, almacenamiento, lavado, corte y envasado. Todo esto lo vigila e inspecciona la ARCSA (Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria).

En la provincia de Manabí acaba de efectuar una de sus inspecciones periódicas, para constatar si una planta procesadora y exportadora está cumpliendo las exigencias que le hicieron acreedora a la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Técnicos de la ARCSA visitaron a esa planta (cuya identidad se guarda en reserva), que se ubica en el Cantón Sucre.

En la visita técnica se buscó evidenciar el cumplimiento de todos los parámetros que exige la certificación y que son un conjunto de medidas de higiene para la manipulación, preparación, elaboración, envasado y almacenamiento de alimentos, previo al consumo humano. El objetivo de esto es garantizar que los alimentos se entreguen a los consumidores en condiciones sanitarias adecuadas y se disminuyan así los riesgos potenciales para su salud.

Aunque la información de ARCSA no lo menciona, parece ser que la empacadora en cuestión ha pasado satisfactoriamente la prueba y tiene luz verde para seguir operando con normalidad.

A este respecto, la ARCSA recomienda a la ciudadanía que puede ver el código de la certificación BPM en cada uno de los productos de la empresa. Y, así mismo, en los productos de las otras 48 empresas industriales de Manabí certificadas como de BPM.

La empresa visitada e inspeccionada por ARCSA, exporta camarón a Centro América, Estados Unidos y a varios países de Europa y de Asia.

La agencia estatal en referencia explica que al realizar este tipo de seguimientos en las plantas procesadoras de alimentos, Arcsa cumple con su misión de precautelar la salud de la población, mediante el control de los productos de uso y consumo humano.

FUENTE: Arcsa Manabí (Portoviejo), mediante boletín y fotos con firma de Isabel Intriago Morán.
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