En la ciudad de Manta, provincia de Manabí, algunos jóvenes a quienes les falta una pierna o un brazo se dan modos para jugar fútbol de playa y hacerlo de manera hábil y admirable, logrando que esta modalidad de deporte inclusivo gane terreno en la urbe porteña.

Juegan constantemente en la playa, por diversión y para prepararse con miras en las competencias que se organizan cada cierto tiempo. Recientemente han participado en un partido de confraternidad entre el equipo local y uno de El Empalme, provincia del Guayas, jugado nada menos que en la icónica Playa El Murciélago, donde los mutilados dejaron volar su imaginación para sentirse estrellas del deporte que los apasiona.

Casi 30 deportistas con discapacidad física entraron en acción durante este encuentro. El duelo regular culminó 1-1, pero en penales se llevó la victoria el equipo visitante (4-2).

Antes del compromiso, los jugadores realizaron una fase de preparación y adaptación para este partido, que organizó la Dirección de Deportes del Gobierno municipal de Manta.

Jugadores de los dos equipos contendientes./ GAD Manta

En esta modalidad de fútbol playa, a los porteros o guardametas les falta un brazo y a los jugadores de campo una pierna, debiendo usar muletas para sostenerse en pie y jugar. Los partidos se juegan en campos de dimensiones correspondientes a las del fútbol 7, en dos tiempos de 30 minutos cada uno.

La importancia de esta disciplina no está solo en el ámbito deportivo, sino que comporta una gran connotación social. Es por esto que el objetivo del GAD de Manta es que se transmitan los valores del deporte al desarrollo comunitario y se favorezcan las capacidades, tanto físicas como psicológicas, de las personas con discapacidad.

Y como queda visto, para practicar deporte no existe ninguna barrera cuando hay de por medio fuerza de voluntad individual y solidaridad social.

FUENTE: Gobierno municipal de Manta, mediante boletín y fotos.
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