(Actualizado a las 14h00 del domingo 09 de mayo del 2021; y, posteriormente, a las 13h00 del miércoles 20 de abril del 2022*)

Es maravilloso haber vivido 85 años y darle a la sociedad dieciséis hijos, sin importar que a unos pocos la vida se les fuera antes de ser conscientes de su existencia. Los demás fueron educados para vivir un legado de responsabilidad cívica y solidaridad humanitaria, facilitándoles la correspondiente formación académica que les permite un ejercicio profesional eficiente y digno, así como un sustento decoroso, estable y productivo. Y es mejor aún, sin duda, haber logrado que esa familia permanezca cercana y unida, pese a las diferencias individuales de pensamiento, propósitos y realización.

Ese fue, supongo yo, el objetivo silencioso que animó la vida de OLGA FÁTIMA MARÍA RISCO INTRIAGO, la mayor de siete hermanos (entre mujeres y hombres) y esposa de don Ángel María Zambrano Cedeño, que se le anticipó en la partida eterna.

Olga Fátima María Risco Intriago./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Llegar a esa cumbre fue un mérito mayor, labrado con esfuerzo extraordinario en la finca que el matrimonio cultivó en la pródiga Camareta, sitio rural a unos 10 km de la ciudad de Chone. Allí hizo todas las labores diarias propias de una ama de casa sin empleados domésticos, aparte de criar animales de corral y ayudar al esposo en tareas tales como cultivar el jardín casero y las especias, desgranar maíz, extraer los granos de las mazorcas del cacao y de las vainas del maní; y, luego, en un repetir constante, exponerlos al sol y retornarlos al granero. Todo esto durante los 7 días de cada semana en el lapso de unos 40 años continuos.

Trabajo titánico en una época cuando los inviernos en Chone eran diluviales y las vías desde la ciudad al campo se convertían en lodazales difíciles, únicamente transitables a pie o sobre lomo de bestias. Durante ese largo periodo, de enero a junio, la vida rural transcurría entre lluvias, truenos y relámpagos, a veces durante varios días continuos.

Olga Fátima con nueve de sus diez hijos vivientes (solo falta Laura). Desde la izquierda: Fredeslinda, Efrén (hermano de padre), Norma, Grethys, Geovanny, Exipión, Olguita, Josefa, Gil y Bethsabé./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Claro que había momentos para la recreación familiar en medio de las frondas del campo y al tenor de la rigurosidad ambiental. A veces ocurrían encuentros nocturnos en la sala de estar de la vivienda, donde los mayores se prodigaban narrando cuentos e historias alucinantes o terroríficas, con satanás de por medio haciendo de las suyas; o con apariciones fantasmales que helaban la piel y erizaban los pelos. Pero justo es decir que lo atemorizante se matizaba con melosos cuentos de hadas.

En las celebraciones navideñas nunca faltaban los chigualos, esas fiestas folclóricas cargadas de simbolismo religioso y arte vernáculo. Se cantaban villancicos y versos de amor, tomados de las manos y haciendo círculos para bailar en la sala; sin faltar aquellos contrapuntos de humor y romanticismo, bien llamados amorfinos. Y se brindaba con bebidas estimulantes de factura artesanal, como el rompope y la mistela, acompañadas de variada y deliciosa dulcería de harina, leche, canela y miel u otros ingredientes vegetales con dulce aroma y sabor.

Olga Fátima Risco Intriago y su esposo Ángel María Zambrano Cedeño./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Más allá de su propio núcleo familiar, Fátima siempre se mantuvo atenta a lo que ocurría en el hogar de sus padres y hermanos, unas veces establecido en la ciudad de Chone y otras en la ruralidad del cantón; incluso cuando estuvo afincado en una hacienda del hoy Cantón General Antonio Elizalde (Bucay), en la provincia del Guayas. Les procuraba su afecto personal y alguna ayuda cuando lo consideraba necesario. Y así fue de manera constante hasta el fallecimiento de sus padres, momentos en los que su asistencia fue más amorosa y pródiga, continuándola después para favorecer a sus hermanas y hermanos.

Ya discapacitada y con serios problemas de salud, se dio modos para socorrer a su hermana Rosita Ruth en el largo y penoso tratamiento médico contra un cáncer de mama que la aquejaba, y acudió presta a consolarla en las últimas semanas de vida, hasta el momento del fallecimiento el día 3 de diciembre del 2020.

Con los huérfanos de Blanca Amarilis, el día del cumpleaños 82 de Fátima: Rubén Ignacio, Gabriela Amarilis y Rubén Alejandro./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Pero ese trajinar incansable terminó minando la robusta salud de doña Olga Fátima María. Primero, dejándola incapacitada para auto moverse; después, debilitando progresivamente algunas partes de su organismo; y, por último, volviéndola vulnerable a la COVID-19 que la atormentó durante un lapso angustioso de algunas semanas. Así llegó al final de sus días, en la mañana del sábado 1 de mayo del 2021, después de haber cumplido 85 años de edad.

En la boda de su nieta Karina Solórzano Zambrano con Aníbal Chica. Desde la izquierda: Héctor Manzaba (esposo de Olguita), Gil Alfredo, Gabriela Loor, Ángel Exipión, Fredeslinda (madre de la novia), Olguita María, Norma Galud, Laura Herlinda, Rosita Risco, Irene Bethsabé y Josefa Medelbertha./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Sin embargo, es menester destacar que todos sus problemas de salud jamás doblegaron su espíritu entusiasta y alegre que le daba fuerzas y esperanza, incluso para conservar ese detalle tan femenino de realzar las facciones de su rostro con el concurso del maquillaje, además de procurarle esmerado cuidado a sus uñas en manos y pies. Por esto, no es de extrañar que soportara estoicamente el fallecimiento a mes seguido de dos familiares entrañables: primero, el de su esposo; y, después, el de la madre de ella.

Celebrando el aniversario 84 de Olga Fátima. Con hermanas, hermanos y sobrinos./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

También hubo de enfrentarse a la dura realidad de perder prematuramente a su hija Blanca Amarilis, destacada maestra de escuela, cuyos pequeños hijos Rubén Alejandro, Rubén Ignacio y Gabriela Amarilis Loor Zambrano quedaron bajo su tutela y en consecuencia debió proporcionarles la educación y formación profesional que hoy los distingue (Alejandro gestiona pequeños negocios de su iniciativa, Ignacio es funcionario público al servicio del MIES en Junín, y Gabriela es ingeniera de sistemas informáticos y ejecutiva de tecnología en KFC del Ecuador)..

En una celebración familiar con una pequeña parte de sus descendientes./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Esta mujer sencilla, pero admirable por su trayectoria de fecundidad y trabajo duro a fin de que su familia tenga una existencia holgada y decente, será recordada siempre por su férreo amor filial y el esmero que puso en dar a sus hijos una formación profesional, que los capacitó para enfrentar dignamente los altibajos de la vida y para que contribuyan con sus ideas y esfuerzos al progreso y desarrollo social del Cantón Chone y de la República del Ecuador.

En uno de los tantos festejos familiares, junto a su hermana Rosita Ruth quien falleció cinco meses antes que Fátima./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Sus hijos, son (en orden descendente): Bertha Irene (+), Grety Ramona, Geoconda del Socorro (+), Josefa Medelberta (Grety y Josefa residen con sus respectivas familias en El Carmen), Blanca Amarilis (+), Ángel Exipión (productor agropecuario y abogado asesor de la actual Administración municipal de Chone), Alexandra Fredeslinda (maestra jubilada), Norma Galud (reside con su propia familia en Guayaquil), Héctor Geovanny (maestro jubilado), Ramón Ignacio (+), Rosita Elena (+), Génesis Corazón (+), Gil Alfredo (productor agropecuario y taxista), Laura Herlinda (empresaria comercial), Irene Beczabeth (administradora del hogar) y Olguita María Zambrano Risco (maestra en la Unidad Educativa Fiscal Odilón Gómez, en Chone).

A ellos agregamos los hijos de corazón: Rubén Alejandro, Rubén Ignacio y Amarilis Gabriela Loor Zambrano; y a Ramón Efrén y Yolanda del Socorro Zambrano Manzaba.

Después del sepelio de Walter Joza, cuñado de Fátima, las hermanas y los hermanos Risco Intriago posan en la ciudad de Manta./ ÁLBUM FAMILIAR (Cortesía)

Olga Fátima nació en Chone, provincia de Manabí, de la unión matrimonial entre don Héctor Malaquías Risco Ponce y doña Bertha Luciana Intriago Cedeño, ya fallecidos. Son sus hermanos: Héctor José (+), Héctor José, Rosa Ruth (+), Aldo Navarino (+), Cena (Carmen) del Rosario y Rubén Antonio Risco Intriago.

  • Se agregaron dos párrafos acerca de los cuidados que Olga Fátima prodigaba a sus padres y hermanos, y se alargó uno que habla de sus nietos Alejandro, Ignacio y Gabriela Loor Zambrano. Luego se corrigió la nómina de los hijos de la difunta.

José Risco Intriago, periodista, hermano de Olga Fátima María.

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