Hay una calle en la ciudad de Manta (Ecuador), que con el pasar del tiempo ha sumado importancia por facilitar la movilización social entre sectores periféricos cuyo desarrollo es de hace pocos años. Se llama Oliva Miranda, que perenniza el nombre de un destacado político en la edad mediana del Cantón Manta.
Esa calle se halla en la periferia oriental de la urbe porteña y empalma con dos avenidas de alto tránsito por su condición de vías inter-cantonales: Cuatro de Noviembre, al sur y El Palmar, al norte.
Al principio, cuando en los márgenes de la calle solo había una que otra edificación para vivienda o trabajo, el tránsito por ella era mínimo. Pero a medida que se desarrollaba la zona oriente de la ciudad, esos costados fueron llenándose de vida con la presencia de habitantes y algunos negocios; y, por último, con servicios de alimentación lista improvisados en las veredas.
En tal virtud, el actual Gobierno municipal de Manta vio necesario y oportuno aprovechar un espacio de tierra desocupado en una de las dos esquinas formadas por la Avenida El Palmar y la Calle Oliva Miranda, disponiendo el diseño y construcción de una pequeña plaza de comidas para reubicar allí algunos de los servicios alimentarios asentados en las veredas de la Calle Miranda.
Esta obra ha sido recientemente inaugurada y bautizada como Plaza Oliva, en el transcurso de una ceremonia encabezada por el alcalde Agustín Intriago Quijano. Los servicios de alimentación que aloja fueron activados para la ceremonia y los invitados pudieron saborear diversos bocados en medio de un ambiente de alegría y esperanza.




“Es algo que va a mejorar el ornato de la ciudad”, explicó Estrella Mendoza, prestadora de uno de aquellos servicios. Lo dijo durante la ceremonia inaugural, mientras interactuaba con el alcalde Agustín Intriago para el programa audiovisual El Cambio Ciudadano No.10, difundido por redes sociales alojadas en Internet.
El nuevo local de Estrella se llama “El Paladar Azul”, donde prepara y vende encebollados. Atiende desde las 18h30 hasta la madrugada. Su negocio es uno de los 8 con que cuenta la plaza, donde se preparan distintas comidas.
Allí también se halla la “Sazón de Laurita”, de Laura Cuenca, quien rememoró los años durante los cuales ofrecía sus servicios en un espacio de tierra, al aire libre, solo cubierto por una pequeña carpa.
“Gracias a Dios y a esta Alcaldía tenemos este lugar cambiado; podemos dar un mejor servicio a nuestros clientes”, refirió Laurita, como la nombran cariñosamente.
Los dueños de esos negocios se han unido y organizado en un comité para proteger la plaza y mantenerla limpia y en orden.
La plaza dispone de 16 mesas y está equipada con mobiliarios complementarios, además de mesones de granito y con una cubierta general de policarbonato. Cuenta con iluminación LED, postes ornamentales, adoquines de colores y áreas verdes.
FUENTE: Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) del Cantón Manta (Provincia de Manabí, República del Ecuador), mediante boletín y fotos cursados con firma de la periodista Gema Arteaga Briones (Teléf: 099 635 1947 / E-mail: gema_arteaga@manta.gob.ec), relacionista pública para esa entidad municipal.
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