Con el objetivo puesto en potenciar el turismo hacia la zona rural del cantón, el Gobierno municipal de Manta ha emprendido la tarea de ampliar a cuatro carriles la vía que conduce de San Mateo a Santa Marianita. Pero ha encontrado problemas en el camino, como veremos a continuación.
Para la ejecución de la obra, el Gobierno municipal ha contratado a la empresa constructora privada Inviardu, S. A., y le ha dado un plazo de 7 meses para que la entregue completamente terminada. En concreto, se trata de la construcción de la tercera fase de la vía que conecta con Santa Marianita e incluye aceras, bordillos y ciclovía. Pero, al parecer, la Administración municipal no consideró que la ampliación vial tomaría terrenos de propiedad particular cuyos dueños reclaman ahora su respectiva indemnización. Y aquí surge el problema.
El alcalde de Manta y jefe del Gobierno municipal, inspeccionó los trabajos en marcha el día miércoles 15 de agosto de 2018, oportunidad que los propietarios de los terrenos intervenidos aprovecharon para plantear su reclamo y dejar sentado el malestar que les ha provocado el inicio de la obra sin su consentimiento previo. Estos terratenientes son comuneros de la zona, gente sencilla y laboriosa dedicada al cultivo agrícola, la ganadería o la pesca.
Como no podía ser menos, el alcalde escuchó los reclamos e inmediatamente dispuso que los funcionarios municipales competentes encuentren un acuerdo satisfactorio para las partes en conflicto, sin que nadie resulte perjudicado.
Dicho y hecho. Un día después, el jueves 16 de agosto, fueron al lugar los funcionarios Jimmy Asanza, director de Participación Ciudadana; y, Emilio Arce, comisario de Construcciones. A ellos se sumó Denny Vélez, el ingeniero civil que funge de superintendente de obra por la empresa constructora.
Se reunieron con moradores del Barrio Las Flores de la Parroquia San Mateo y con ellos discutieron el tema de las expropiaciones de terreno.
Jimmy Asanza dijo que esta obra ha sido socializada con la comunidad y que hay que analizar cada situación de los propietarios de terrenos afectados que están reclamando, puesto que unos tienen escrituras y otros no.
Denis Vélez señaló que los terrenos que se verán afectados no son planos, sino irregulares, y que necesitan de una gran inversión para poder nivelarlos e inclusive hacer relleno para tener una sub-rasante. Pero concordó en que hay que ponerse de acuerdo, porque al final el beneficio es para la comunidad urbana y rural; y, por sobre todo, para el desarrollo del cantón.
Pero, tanto las expresiones del alcalde cuanto las de Asanza y Vélez, sugieren que antes de contratar la obra no se hicieron los estudios adecuados y necesarios para conocer las características del suelo y sus condiciones de propiedad, aspectos indispensables para determinar con precisión costos y trámites.
Lo confirman las declaraciones públicas de Santa Flores, del Barrio Las Flores de San Mateo: “No estamos en contra de que hagan la obra, pero no queremos que afecten terrenos donde hay casas. El alcalde envió al comisario de Construcción para que inspeccione las áreas afectadas y se elabore un informe; nos reuniremos el próximo martes para que se conozca la situación de cada dueño de terreno”.
Añadió: “Mi papá donó un área para que se haga la vía -Porque era un solo terreno y se dividió, quedando la propiedad en ambos lados. Queremos que se nos reconozca algo por la expropiación, porque somos herederos y de bajos recursos económicos”.