David Ramírez*
La tarde de este sábado fue desembarcado el cadáver del pescador Juan Reyes Zambrano, fallecido hace 72 horas por COVID-19. El barco que trajo el cuerpo es el B/P «Don Manuel». En el proceso de levantar el cuerpo intervinieron funcionarios de la Dirección del Distrito de Salud, Fiscalía, Capitanía de Manta y jefe político.
El fallecido era tripulante del barco “La Negra Francisca Duarte”, pero fue traído al puerto por el pesquero que se encontraba en la misma zona de pesca, “Don Manuel”.
El barco “La Negra Francisca Duarte” estaba en faenas de pesca a unas 400 millas náuticas de Manta, cuando murió Reyes Zambrano, quien era conocido entre sus amigos como el “Capitán cuchillo”. Según trascendió, ambos barcos son de propiedad del armador Edgar Montero.
Se destaca además que el barco “La Ahijada” -del que el tripulante José Ávila González, reportado con COVID-19 y que fuera transportado a puerto el pasado jueves por el guardacostas Isla Española de la Armada de Ecuador-, es propiedad del mismo armador.
De otra parte, se conoció que las autoridades de salud hacen los preparativos para evaluar al resto de la tripulación, tanto del “Don Manuel” como de “La Negra Francisca Duarte” -que está próximo a arribar a Manta-, quienes serán trasladados al centro de aislamiento de El Aromo, en caso de resultar positivos con el virus.
COVID-19 sigue diezmando a pescadores
El virus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad COVID-19, continúa haciendo estragos entre los hombres de mar de Manta y su zona de influencia.
Aunque los casos de tripulaciones infectadas con COVID-19 se han reducido, la muerte en altamar de Juan Reyes Zambrano y el caso de José Ávila González, por fortuna rescatado por un guardacostas que lo trajo a Manta para recibir atención de emergencia, demuestra que los contagios persisten.

La Asociación de Atuneros del Ecuador (ATUNEC) se comprometió en observar los protocolos de bioseguridad que fue emitido en conjunto por el COE provincial y las autoridades del Ministerio de Salud en Manabí, a raíz del recrudecimiento de la pandemia que, entre los meses de marzo, abril y mayo cobró la vida de más de diez pescadores.
La situación fue tan grave, que casi veinte barcos con sus tripulaciones estuvieron en cuarentena en la rada de Manta. En ese lapso, muchos pescadores contagiados con el virus se agravaron y sucumbieron a la enfermedad.
Los fallecimientos encendieron las alertas y llevaron más tarde a las autoridades a disponer que los pescadores contagiados fueran trasladados al campamento de El Aromo, donde se habilitó un área de aislamiento con el respectivo equipamiento y personal médico.