- La afectación renal es una de las complicaciones que se ha registrado con mayor frecuencia entre las personas hospitalizadas por COVID-19, y se ha asociado de forma significativa con el incremento de la mortalidad.
- La tele-nefrología permite continuar con los tratamientos para los pacientes renales crónicos en medio de la pandemia. La diálisis en casa y el monitoreo remoto, son alternativas que permiten a los profesionales de la salud seguir de cerca la evolución en cada terapia.
En este tiempo de distanciamiento social, la telemedicina ha tomado fuerza en el contexto de la pandemia COVID-19. El progreso de la tecnología de comunicaciones contribuye al tratamiento en casa de diferentes patologías. Para los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC), la tele-nefrología es una forma segura de prevenir el contagio por coronavirus y evitar la saturación de los servicios de salud.
A partir de la telemedicina surge la tele-nefrología, que se encarga de monitorear de forma remota y proactiva cada uno de los tratamientos de los pacientes crónicos. Entre ellos, se encuentra la diálisis peritoneal automatizada, un procedimiento que se ejecuta con la máquina cicladora Homechoice Claria®. Esta máquina, según prescripción médica y posterior programación, realiza el intercambio de líquido de la cavidad peritoneal por las noches, mientras el paciente descansa. Cuando la terapia finaliza, los resultados se envían automáticamente a los centros de diálisis.
Con el sistema incorporado de plataforma Sharesource, los profesionales de la salud pueden conocer los periodos de conexión, los volúmenes de líquido drenado, la presión arterial, el peso del paciente, entre otros datos. Si se presenta una eventualidad, como -por ejemplo- la obstrucción al drenar el líquido, el dispositivo emite una alerta para que el usuario pueda solventarla, a la vez que se reporta de manera remota a los centros de diálisis.

En Ecuador existen 15.000 pacientes en terapia de diálisis; de esta cantidad, se estima que alrededor de 1.200 pacientes (es decir, solo el 8 %) se encuentra en diálisis peritoneal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos el 20 % de pacientes en diálisis deben estar en procedimiento peritoneal; aunque lo ideal sería el 40 %.
En Ecuador, desde hace 3 años, ya se cuenta con la tecnología necesaria para estas terapias automatizadas a través de Baxter, una compañía pionera en diálisis peritoneal y líder en el tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica, con más de 25 años de experiencia.
“La transición hacia terapias de diálisis en casa, junto a la implementación de estrategias integrales de atención, puede salvar vidas durante la pandemia y seguir de cerca la evolución del paciente”
RÓMULO TAPIA, gerente médico nacional de Cuidados Renales en Baxter
¿Por qué resulta pertinente la nefrología durante la pandemia?
Según la Revista Colombiana de Nefrología, los pacientes internados con COVID-19, sin lesión renal previa, desarrollan insuficiencia renal. Entre el 20 y 40 % que han ingresado en una unidad de cuidados intensivos requieren terapia de reemplazo renal aguda. La afectación renal es una de las condiciones que se ha registrado con mayor frecuencia entre las personas hospitalizadas por COVID-19 y ha generado un aumento de requerimiento de unidad de cuidados intensivos e incremento en la mortalidad. Los pacientes en diálisis tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones asociadas al coronavirus.
La tele-nefrología ha llegado para precautelar la salud de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC). Con la diálisis peritoneal se promueve la continuidad en el tratamiento y un mayor acceso a la salud para evitar el traslado hacia los centros renales.
FUENTE: Boletín y fotos originados en la compañía Baxter Ecuador (Quito) y proporcionados a REVISTA DE MANABÍ por Heidy Calvopiña Manosalvas, de la Agencia KEYWORD.